Texto del discurso del Presidente Luiz Inácio Lula da Silva al Grupo de Río
Yo creo que el día de hoy ha sido en realidad muy importante para todos nosotros latinoamericanos y caribeños, demoró mucho tiempo pero creo que el propio Raúl y muchos compañeros politólogos deben preguntarse qué está pasando en nuestra querida Latinoamérica.
Muchas veces en que los estudiosos entiendan a veces como si fuese un huracán, un tornado político, un huracán ideológico empieza a propiciar cambios políticos profundos, tal vez en algunas ocasiones no tan rápido como todos querríamos, pero sin duda con lo que el tiempo entiende es la evolución política y la conciencia de nuestros pueblos.
Hace unos 15 días yo comenté que todos nosotros tenemos muchas esperanzas respecto de lo que sucedió inclusive en Estados Unidos de América, las elecciones que han elegido un negro para presidir el país más rico del mundo que hace 40 años había asesinado a Martin Luther King y esto no me parece poco, no me parece menor; o sea, es un símbolo excepcional.
Sin embargo entre las elecciones y conseguir un mandato todos nosotros sabemos que enfrentamos muchas dificultades, el aparato estatal, la burocracia estatal, las costumbres culturales de cada país, de cada pueblo y yo también comenté en esa oportunidad que habían dos cosas que serían señales importantes de que la elección de Obama cambiaría la relación.
Primero la política que Estados Unidos enfrentará con Latinoamérica y el Caribe y el otro punto es si realmente ellos van a finalizar el embargo, el bloqueo a Cuba que ya no tiene más explicación, no tiene más explicación ni económica, no tiene explicación política.
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Entonces no existen más razones para esta situación y hay otra cosa, el tercer punto que sería el fin de la violencia en el Medio Oriente. ¿A quién le interesa que existan tantos conflictos? Y estos tres temas y estas tres cosas se dieran así yo creo que el simbolismo de la elección de un negro, yo creo y voy a creer cada vez más que sí, Dios existe.
Permitirnos que en el siglo XXI salvo el compañero Chávez, que empezó un poco antes en el siglo XX, un poquito antes; o sea todo lo que ha sucedido en Latinoamérica sucedió en 8 años de vida política, 8, en 8 años se gestó este cambio extraordinario en nuestra querida Latinoamérica.
Hubo un tiempo en que Chávez estaba solito, solito.
¿Quién se hubiera imaginado hace 10 años a nuestro querido Evo Morales, presidente de la República?
¿Quién se hubiera imaginado que un Obispo de la teología de la liberación sería Presidente de Paraguay?
¿Quién se hubiera imaginado que un gobierno de Santa Cruz sería, que un gobierno de Santa Cruz sería entonces en Argentina y su sucesora?
¿Quién se hubiera imaginado a nuestra querida Michelle Bachellet… Dos ejemplos más que recuerdo aquí en nuestra querida Latinoamérica.
Yo creo que esto finaliza con este pequeño gran gesto, gracias a este cambio en el perfil político ideológico de nuestra Latinoamérica podemos hoy hacer esta pequeña reparación, reparación hacia Cuba, traerlo primero al Grupo de Río y después llevarlos mucho más lejos junto a los latinoamericanos y a los caribeños.
Yo creo que este es un momento dorado, dorado, y lamento que Fidel no esté aquí con nosotros, a su lado Raúl, y al lado de Felipe, pero sin duda quien lo conoce, a Fidel, sabe perfectamente bien que él está acompañándonos y que ustedes dos hablan y dicen exactamente y traducen exactamente la emoción que Fidel querría transmitirnos.
Felicidades al pueblo cubano y buena suerte querido compañero Raúl, porque usted todavía participará de muchos debates.
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Y usted va a escuchar muchos discursos, no piense usted solamente que Chávez habla mucho, no, allá cuando alguno de nosotros hace uso de la palabra no tiene el proceso disciplinario que tiene un comunista cubano, aquí todos nosotros hablamos y hablamos, pero usted nos puede ayudar en el proceso de reeducación de utilizar solamente el tiempo asignado.
Felicidades y felicitaciones Raúl.
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