En Chile existen "altos niveles de desigualdad", pese a los "impresionantes resultados económicos", constató la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
El informe del organismo señala que el 10 por ciento de la población más rica del país tiene unos ingresos 29 veces superiores al 10 por ciento de los menos favorecidos.
La OCDE subraya también que los empleos que se crean en el país, con mucha frecuencia se caracterizan por su baja productividad, sus magros salarios y las difíciles condiciones laborales.
La mayoría de los trabajadores chilenos carecen de un contrato formal, y sólo un 22 por ciento de los trabajadores por cuenta propia, cotizan voluntariamente para tener acceso a la Seguridad Social.
La OCDE estima que Chile tiene que aumentar los recursos que dedica a los servicios al desempleo, que representan únicamente el 0,1 por ciento del PIB, en torno a la cuarta parte que la media en sus 30 países miembros.
La OCDE estima que Chile tiene que aumentar los recursos que dedica a los servicios al desempleo, que representan únicamente el 0,1 por ciento del PIB, en torno a la cuarta parte que la media en sus 30 países miembros.
Despues de 17 años de "transición" hacia una democracia plena, la sociedad chilena sigue sufriendo los embates del neoliberismo extremo que los "Chicago's Boys" pudieron experimentaron en Chile, gracias a la dictadura de Pinochet. Y la fuerza armada sigue adueñandose del 5% del valor de las exportaciones del cobre; únicas en el continente americano a gozar de un privilegio feudal de esta naturaleza que es - en realidad- muy poco "progresista".
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