Brasil ya toma medidas para ejercer un fuerte control en la frontera amazónica con Colombia. Implantará una nueva base de vigilancia de la Policía Federal, que estará localizada en la confluencia de los ríos Solimoes e Ica.
Como definió el gobierno de Lula da Silva es "una modernísima fortaleza" equipada con las tecnologías de vigilancia más avanzadas. Lo informó el ministro de Justicia Tarso Genro, quien aseguró que la implantación del nuevo centro de operaciones fue acelerado por "informaciones recibidas de los servicios de inteligencia" sobre actividades "irregulares" detectadas en la región.
Los 2.200 kilómetros de frontera selvática entre los dos países son verificados en forma conjunta por los agentes federales y las Fuerzas Armadas. Según el ministro, un colaborador muy estrecho del presidente Lula da Silva y cofundador del Partido de los Trabajadores, la actuación en los límites con Colombia sigue su "rutina".
Pero subrayó que "un aumento en el grado de tensión" como el verificado las dos últimas semanas "exige intensificar la presencia en la región para garantizar nuestra soberanía".
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