El presidente de Ecuador, Rafael Correa, afirmó este martes en Brasilia que si hubiera muerto algún ecuatoriano en la incursíón de Colombia en su país, con el fueron asesinados Raúl Reyes y otros 19 guerrilleros de las FARC, ambos países "ya estarían en guerra".
En una rueda de prensa celebrada a su llegada a la capital brasileña, donde se reunirá este miércoles con su homólogo Luiz Inácio Lula da Silva, Correa aseguró que sólo estará "satisfecho" con un "rechazo categórico" de la OEA a la incursión colombiana en suelo ecuatoriano, aunque aclaró que aún así las relaciones con Colombia seguirían "rotas".
Correa indicó que sólo se restablecerán las relaciones con su vecino en el "muy improbable caso" de que el presidente colombiano, Álvaro Uribe, "pida excusas sin tapujos", se comprometa a "no repetir estas acciones" y reconozca la "cantinflada" de intentar relacionar a Ecuador con las FARC.
Reiteró que Uribe le "mintió" cuando le telefoneó para informar sobre la operación y sostuvo que en el ataque fueron usadas "bombas teledirigidas" que, en su opinión, Colombia no posee y pertenecían a "una potencia que todos sabemos cuál es", en clara alusión a Estados Unidos.
Uribe sabía que Ecuador negociaba la liberación de doce rehenes de las FARC, incluida Ingrid Betancourt.
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