CAMPESINOS SIN ESPERANZA
Miguel Ángel Sandoval
El proyecto de presupuesto presentado por la comisión de finanzas en el congreso, si bien aumenta las posibilidades de inversión social, y presenta aumentos importantes en educación y salud, tiene dos o tres temas que no pueden dejar de ser señalados como contradictorios con la idea propalada por el actual gobierno y su bancada mayoritaria.
Uno es el tema agrario y otro es el fortalecimiento del ejército con un aumento de por lo menos 100 millones, mas unos 130 al instituto de previsión militar –IPM. Adicionalmente se recorta en 90 millones al ministerio de relaciones exteriores y con ello se pierde toda posibilidad de impulsar una política de apoyo a los trabajadores migrantes.
Pero lo más delicado, es que se trata con la punta del zapato al campo, a los campesinos y al desarrollo rural. Hago esta afirmación porque contra toda lógica se reduce la asignación presupuestaria en más de 350 millones de quetzales.
Así el proyecto presentado pasa de Q1, 230 millones a Q857 millones. En cosa de un año tenemos esta tendencia. Es una reducción brutal, que para nada contempla la urgencia que se vive en el campo.
Es cierto que todavía hay enmiendas posibles, que se pueden desamarrar nudos, que desde el propio gobierno hay sectores que ven con malos ojos el proyecto presentado, que se dice sin mucho ocultarlo que hay diputados de la UNE que están haciendo su juego propio y que no toman en cuenta los intereses mayores del país.
Pero mientras tanto, la concreta es que no hay plata para el campo. Y sobre todo, que no va a haber para el desarrollo rural, ni para ampliar programas del MAGA.
Dicho de otra manera, se apuesta al desmantelamiento del MAGA quitándole fondos y se apuesta a un ente que se denominaría PRORURAL, en cuya dirección estaría un tal Dalton, que no es otro que un exitoso hombre de negocios del fertilizante.
Este ente centralizaría todo lo agrario y el MAGA estaría de adorno o de recuerdo de cuando hubo política para el campo. Entendámonos, es un proyecto, es algo virtual y el campo es concreto. Se puede pensar que como sabe del asunto podría ser mejor, pero la verdad es que se esta desinstitucionalizando la política para el desarrollo rural.
Pero junto a un presupuesto que para el campo no da ninguna esperanza, es necesario recordar que las organizaciones campesinas lo que han tenido en estos meses es el viejo expediente de Berger, que consiste en mesas y diálogos de hule, que no van a ninguna parte, que no resuelven nada y que en uno de los últimos casos, se enteraron por la prensa que su interlocutor se había cambiado de ministerio sin decir agua va. La verdad es que para el campo no hay esperanza.
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