Santiago Mayor Una noticia recorrió el mundo: manifestantes prendieron fuego el Congreso de Paraguay luego de que el Senado diera media sanción a una enmienda constitucional que deberá ser aprobada en un referéndum e incluye la posibilidad de reelección presidencial. Rápidamente importantes medios de comunicación paraguayos y el Partido Liberal (opositor) salieron a denunciar la ilegalidad de la resolución. Asimismo
sostuvieron que se trataba de una maniobra del actual presidente Horacio Cartes para perpetuarse en el gobierno.Paradójicamente -al menos para quienes no estaban al tanto de los pormenores del debate- el también opositor y progresista Frente Guasú, que tiene como máximo referente al ex presidente Fernando Lugo, está a favor de la reforma. El escenario es más complejo de lo que un análisis superficial permite suponer.
¿Qué aprobó el Senado paraguayo?
El proyecto impulsado por el oficialista Partido Colorado y respaldado por el Frente Guasú y sectores disidentes del Partido Liberal, busca enmendar los artículos 161, 197, 229 y 235 de la Constitución Nacional de Paraguay. El artículo 229, así modificado, permitiría a los presidentes y vicepresidentes permanecer cinco años y ser reelectos dos veces en forma consecutiva o alternada.
Además plantea que quien ocupe actualmente esos cargos puede ir por la reelección para el periodo siguiente solo si presenta su renuncia seis meses antes de los comicios. A esto se suma que según la legislación vigente por el momento, la dimisión de un presidente debe ser aprobada por el Congreso. Con los cambios alcanzará con comunicar la renuncia a los demás poderes del Estado.
Estas modificaciones deberían ser aceptadas o rechazadas por la población mediante un referéndum previo a las elecciones presidenciales de 2018.
Cabe mencionar que la carta magna actual -sancionada en 1992- prohíbe cualquier tipo de reelección, incluso para quienes ya ocuparon la presidencia. Uno de los motivos que llevaron a esta particularidad de la ley fundamental paraguaya se asienta en que la extensa dictadura (1954 – 1989) de Alfredo Stroessner se buscó legitimar mediante amañadas elecciones en las que el dictador fue electo por siete períodos consecutivos.
¿Cuáles son los cuestionamientos?
La primera crítica de quienes se oponen a la reforma -encabezados por el Partido Liberal y diversos medios de comunicación- es que la Constitución paraguaya prohíbe la reelección. Por lo tanto modificar eso por vía parlamentaria sería inconstitucional, incluso cuando se propone someterlo a un referéndum popular posterior.
Al mismo tiempo denuncian que en la sesión no estaba presente el presidente de la Cámara Alta, Roberto Acevedo, por lo que el procedimiento mismo (más allá del contenido del proyecto) sería ilegal. La normativa fue aprobada en una sesión donde estuvieron presentes 25 de los 45 senadores.
¿Qué pasó el viernes por la noche?
Tras la media sanción del Senado, inmediatamente los medios de comunicación de los grupos Zuccolillo y Vierci -hegemónicos en el país-, salieron a denunciar que se había perpetrado un golpe de Estado parlamentario. Por su parte el Partido Liberal convocó a movilizarse frente al Congreso para repudiar la votación.
La policía tuvo entonces un accionar muy disímil en distintos momentos de la jornada y así lo expresó el periodista paraguayo Paulo César López. “Primero la dura y desproporcional respuesta durante el forcejeo con dirigentes liberales”, en donde uno de los legisladores le dieron un balazo de goma.
Según el periodista a esto le siguió “el inusitado ‘dejar hacer'”, donde se vio “una extraña permeabilidad del cordón policial, en momentos ausente y vacilante”, que “abrió el paso a poco más de un centenar de personas” que incendiaron el Congreso.
Finalmente “se desató una cacería que se extendió hasta la madrugada” incluyendo la irrupción en un local del Partido Liberal donde Rodrigo Quintana, dirigente de la Juventud Liberal de La Colmena, recibió un disparo en la cabeza. “Cerca de las 2:00 AM, los medios de prensa confirmaron su fallecimiento. La expedición terminó con más de 200 detenidos y una cantidad aún indeterminada de heridos”, concluyó López.
La discusión es política y no legal
Si bien la mayoría de los medios de comunicación ponen el foco en el actual presidente conservador, Horacio Cartes, y lo acusan de querer perpetuarse en el poder (lo cual no es un argumento para descartar), existe otro fundamento que moviliza al Partido Liberal.
El ex presidente Fernando Lugo, depuesto por un golpe parlamentario (legitimado por los mismos medios de comunicación que hoy critican esta reforma) en 2012, es el líder del Frente Guasú y -de acuerdo a la mayoría de las encuestas- un candidato con chances de ganar la presidencia en 2018.
Los distintos analistas políticos, independientemente de su ideología, coinciden en que, de postularse Lugo, la elección se polarizaría entre su candidatura y la que presente el Partido Colorado, desplazando así del escenario a los liberales y su sueño de construir un bipartidismo donde se alternen con la fuerza política que gobernó históricamente Paraguay.
En ese marco la enmienda constitucional, aun cuando responde también a los intereses de Cartes, permitiría -al menos en la próxima elección- abrir una ventana de posibilidad para que la izquierda recupere protagonismo y sea una alternativa viable al actual proyecto neoliberal.
Santiago Mayor – @SantiMayor
Foto: César Olmedo / AFP
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