Miguel Ángel Sandoval
De manera sorpresiva, aunque no tanto, Bolivia y Venezuela han dicho a los embajadores de Estados Unidos que se vayan. El presidente venezolano un poco más teatral, el boliviano como indígena andino, mesurado, pero igualmente firme.
Todo en momentos en los cuales hay conmemoraciones diversas sobre el 11 de septiembre, que para mi por lo que debería recordarse esa fecha es por el asesinato de Salvador Allende en 1973 terminando con el gobierno socialista que por la vía electoral había inaugurado una ola de esperanza en la región y el resultado dio paso a una ola de dictaduras militares en Latinoamérica.
No se si es una medida de larga duración, ni si se trata de algo que tenga consecuencias mayores, o si con esta medida se tense mas la situación política de la región. Lo único cierto es que constituye un acto soberano tanto de Evo Morales como de Hugo Chávez. Además de constituir un motivo de beneplácito a lo largo y ancho del continente.
Es una medida que antes solo se había tomado en Cuba en los primeros años de la revolución en ese país, decisión que se mantiene luego de muchos años. Y de manera reciente con momentos de tensión sumamente graves durante la época de la revolución sandinista.
El retiro o expulsión de estos diplomáticos es porque se había detectado que los respectivos embajadores estaban en planes conspirativos con las derechas de cada país para desestabiliza al gobierno de Evo Morales y en el caso de Chávez, para contribuir en atentados personales como el presidente venezolano lo ha denunciado.
En el país andino en abierta colaboración con los sectores secesionistas que no esconden su rechazo al gobierno, a pesar que este fue ratificado de manera masiva, por el reciente referendo revocatorio que gano con el 67% de electores.
Mientras que hacia Chávez, hay una irritación permanente por el desenfado con el cual el presidente venezolano impulsa la voluntad soberana apoyado por varias elecciones ganadas a pulso.
El retiro del beneplácito para los embajadores estadounidenses en Bolivia y Venezuela corresponde a los nuevos tiempos que hay en la región, son parte de una época en donde el concepto de soberanía que se había dejado en el cajón de los recuerdos, regresa como parte de la política exterior soberana de dos gobiernos de la región.
Es el inicio de una nueva era en las relaciones internacionales. Relaciones de igualdad con respeto, con el viejo principio juarista, que decía, “entre los pueblos y entre las naciones el respeto al derecho ajeno es la paz”.
Pero mas allá de esta minicrisis diplomática, lo que esta en juego es el destino de la Revolución Boliviana encabezada por el presidente Evo Morales, y la estabilidad de la Republica Bolivariana de Venezuela dirigida por Hugo Chávez. Finalmente, los EEUU deben de aceptar que hay un nuevo cuadro político en el continente
No se está en presencia de gobiernos dóciles a sus dictados, ni tampoco se esta a la espera de sus opiniones para realizar los cambios que los países de manera soberana han decidido. Por ello estas medidas de Evo Morales y Hugo Chávez tienen nuestro mas claro y decidido apoyo.
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