La fiebre porcina en la granja global

Miguel Ángel Sandoval
Ciudad de Guatemala. “¿Sabía usted que el virus de la influenza porcina apareció por primera vez en Estados Unidos y que el único medicamento al que parece responder es producido por un laboratorio del que es directivo y propietario Donald Rumsfeld? Este dato lo recibí en un correo que indicaba, además, que la fuente original es prensa Web YVKE, de pacifica.”

Es cierto que la paranoia esta creciendo, así como también es cierto que existen opiniones de lo mas diverso sobre el origen del virus, y todo lo que hay de un día para el otro a su alrededor. Lo que nos dice la información no es nada del otro mundo. Nada que no se haya dicho de alguna manera con el surgimiento del VIH y con el Ebola en África. Es decir, que no hay nada nuevo bajo el sol.

Sin embargo, solo la idea de que el principal beneficiario sea el tal Rumsfeld le pone a uno los pelos de punta, pues se trata de una aproximación de ciencia-ficción a un drama que afecta a millones. . Especialmente si tomamos en cuenta que este señor, portavoz de los mas duros del pentágono, hizo de Irak su terreno de ensayos y por ello habría que seguir con cuidado la información que circula en las ultimas horas por la red.

Hay además y ello es fácil de constatar, el uso desmedido de esta crisis de salud para los propósitos más viles. Uno es pretender que el problema actual del mundo entero es un virus que anda disparado por todas partes. La crisis económica pasó a un segundo plano, y es ahora apenas un asunto de las bolsas financieras. El desempleo, la inflación, las quiebras de bancos, etc. son apenas ecos de un pasado remoto; y todo por el peso del virus porcino.

En un país como Guatemala, con la crisis de la seguridad ciudadana, y por supuesto con todo lo económico, el virus de los puercos, que nos recuerda al cerdo mayor de Georges Orwell, esta ocupando los espacios mediáticos sin ningún tipo de cuidado. Mientras aparecen todas las recomendaciones (cuidado quien no las cumpla). Es sencillamente algo Orweliano, ya anunciado en la famosa alegoría de la rebelión de la granja.