¿Nueva base militar de Estados Unidos?
APM
El gobierno de Felipe Calderón estaría dispuesto a conceder a Estados Unidos el Istmo de Tehuantepec, la región comprendida entre los estados de Oaxaca, Chiapas, Tabasco y Veracruz, dijeron a APM periodistas de Veracruz que prefirieron mantener el anonimato.
Se trata de una zona rica en petróleo y en otros recursos, que el gobierno estadounidense ansía desde hace mucho tiempo, para instalar tuna base militar. ”Tenemos un presidente que es afín a militarizar todo. Incluso contempla iniciativas legales para darle cada vez más poder a las fuerzas armadas”, añadieron las mismas fuentes.
Sin embargo, el jefe de Estado mexicano aseguró en una entrevista publicada por el diario Folha de Sao Paulo que "su país nunca aceptaría operaciones militares de Estados Unidos”.
"Más que apoyo militar, la ayuda que México espera de Estados Unidos es la reducción del consumo de drogas en ese país, y el aumento del control a la venta de armas”, añadió Calderón.
Esta claro que, a veces, un no quiere decir sí. Calderón ya había acordado con Washington para reforzar su alianza militar en el llamado Plan Mérida, la versión mexicana del Plan Colombia, aprobado en junio del año pasado. A través de esa iniciativa, Estados Unidos envía a México millones de dólares y personal militar para “luchar contra el narcotráfico”, como refiriéramos con amplitud en “El plan México en marcha”, publicada por APM el 4 de julio de 2008.
Aquella decisión política demuestra una gran contradicción con el discurso de Calderón, pues en los hechos sí habilita la intervención armada de Estados Unidos. Parece ser que México quiso quedar bien con dios y con el diablo, y se propuso como mediador entre Bogotá - el aliado fuerte de Estados Unidos - y una región en la que se manifiestan políticas tendientes a evitar la injerencia de Washington.
“Estamos siempre dispuestos a ayudar por las vías del diálogo, la razón, el entendimiento y el acuerdo, a la solución de cualquier controversia entre países hermanos; siempre y cuando sea en un marco respetuoso de su soberanía y con la disposición de las partes para contar con la participación mexicana”, dijo Calderón, en términos muy diplomáticos.
México depende económicamente de su vecino norteño y es el segundo destinatario de las exportaciones de Estados Unidos, después de Canadá. Según datos estadísticos del portal El Mañana, del país azteca: el 80 por ciento de las exportaciones de México, más de 200 billones de dólares, van para Estados Unidos.
Por otro lado, los “une” un grave problema, la inmigración ilegal de miles de ciudadanos mexicanos que deciden cruzar la frontera para alcanzar y cumplir con “el sueño americano”. Asimismo, el gran negocio del tráfico ilegal de drogas, resulta un problema binacional, ya que es un conflicto que amenaza la estabilidad mexicana y, dice Washington, la “seguridad” estadounidense.
vbenaim@prensamercosur
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