vèa entrevista: LAS LÍNEAS OCULTAS de su MANO CORRUPTORA aqui
-El plebiscito fue decidido por quienes vieron la guerra por
televisión. En los lugares donde ocurrió la guerra, en la marginada y
asediada Colombia, ganó el SÍ. La clase media colombiana (como toda
clase media en cualquier lugar) es profundamente ignorante de su
historia y hoy decidió el destino de todo un país. El uribismo como
subcultura vive y vota en las ciudades, pero en el campo mata y mutila
personas, es paraco y absolutamente cruel. Precisamente quienes vivieron
la guerra de cerca entendieron que
la paz se construye con el enemigo. -Para que se entienda lo que es hacer política en Colombia: sólo en 2016, 35 líderes sociales fueron asesinados por sicarios y paracos. Sólo hablamos de líderes, dirigentes, activistas y formadores. La tragedia para el pueblo pobre es incontable e incalculable. Con la sombra a cuestas del fracaso de los Acuerdos de la Uribe en 1984, el asesinato de dos candidatos presidenciales de la Unión Patriótica y más de 3 mil asesinatos de sus seguidores y dirigentes (congresistas, alcaldes y consejales de la UP), el escepticismo impera. Muchos que valientemente votaron por el SÍ lo hicieron bajo amenaza paramilitar en territorios específicos de Colombia.
-Gana el uribismo, el paramilitarismo, incluso contra una élite política formal y rancia que se agota y que hizo campaña por el SÍ. El enfrentamiento entre las élites, cosa común en nuestro tiempo, colocó de frente a dos factores en pugna. En Colombia el poder se fragmenta y un poder emergente signado por factores narcoparacos de reciente data se impone sobre las grandes mayorías nacionales.
-La política colombiana toda es moribunda, sus líderes todos están
deslegitimados. Ni siquiera combinadas las dos maquinarias del Sí y del
NO lograron movilizar voluntades que alcanzaran el 50% del electorado.
Para el pueblo, esta fue una elección más. Hay la sensación (no
fortuita) de que nada cambiará nada. Sólo 37% de los colombianos
habilitados para votar lo hicieron. Las dos maquinarias que se midieron
por el Sí o por el NO son, en realidad, dos expresiones minoritarias de
la vida colombiana.la paz se construye con el enemigo. -Para que se entienda lo que es hacer política en Colombia: sólo en 2016, 35 líderes sociales fueron asesinados por sicarios y paracos. Sólo hablamos de líderes, dirigentes, activistas y formadores. La tragedia para el pueblo pobre es incontable e incalculable. Con la sombra a cuestas del fracaso de los Acuerdos de la Uribe en 1984, el asesinato de dos candidatos presidenciales de la Unión Patriótica y más de 3 mil asesinatos de sus seguidores y dirigentes (congresistas, alcaldes y consejales de la UP), el escepticismo impera. Muchos que valientemente votaron por el SÍ lo hicieron bajo amenaza paramilitar en territorios específicos de Colombia.
-Gana el uribismo, el paramilitarismo, incluso contra una élite política formal y rancia que se agota y que hizo campaña por el SÍ. El enfrentamiento entre las élites, cosa común en nuestro tiempo, colocó de frente a dos factores en pugna. En Colombia el poder se fragmenta y un poder emergente signado por factores narcoparacos de reciente data se impone sobre las grandes mayorías nacionales.
-El actor fuerte en la política colombiana es el gran sector apático, escéptico, cautivo, desmovilizado y no beligerante. Se trata de una sociedad sosegada por años de despolitización, se trata de grandes mayorías nacionales para quienes da lo mismo el resultado del plebiscito en sus condiciones elementales de vida, pues no asocian los acuerdos a un cambio sustantivo en la política colombiana, haya paz o haya guerra. Para muchos factores de la vida colombiana lo que rige es la continuidad del modelo y, en consecuencia, de las condiciones elementales de vida en ese país. El desgaste del sistema político de Colombia se hace sentir.
Fuente: C. Vielma, Gana el NO en Colombia. ¿Por qué? - texto integral aqui
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