Mexico- Movilizaciones contra TLC

Campesinos mexicanos y estadounidenses forman un “muro humano” en ambos lados de la frontera
Tensión social en México a causa de la pobreza y la militarización del país
Una decena de organizaciones campesinas mexicanas y estadounidenses construyeron, desde las primeras horas del 1 de enero de este año, un “muro humano” en el tramo fronterizo Ciudad Juárez- El Paso, en señal de protesta contra la entrada en vigor de la última fase del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN, México, Estados Unidos y Canadá) que anula el cobro de aranceles sobre productos básicos alimentarios como el maíz, frijol, azúcar y leche en polvo.

Las protestas de organizaciones campesinas y sociales contra el llamado capítulo agrícola del TLCAN –que entró en vigor este 1 de enero del 2008— se extendieron a los estados de Morelos y Tijuana. En esta última, ciudad fronteriza con Estados Unidos, más de veinte pintores oaxaqueños iniciaron la elaboración de un mural en el cerco que divide a México con Estados Unidos.
Las organizaciones campesinas llamaron, a través de un documento nombrado Plan del Chamizal, a la unidad entre las organizaciones campesinas, frentes amplios y organizaciones sociales para la defensa de la soberanía alimentaria.

“Esta es una nueva revolución”, declararon los campesinos que protestaron contra las desigualdades en la producción y comercialización de productos alimentarios entre México y EE. UU. pues, mientras en México el Estado abandonó prácticamente los subsidios al campo, en EE. UU. éstos ascienden al 70 % del total producido.
Las organizaciones campesinas declaran que el TLCAN genera “una contrarrevolución social y agraria que pretende volver a concentrar en una veintena de grandes corporaciones agroalimentarias mexicanas y transnacionales los vastos recursos que en 1910 y a lo largo del siglo XX recuperaron campesinos e indígenas”.

En el documento, los campesinos denuncian la forma como el TLCAN ha provocado “la deportación masiva de la población rural hacia las ciudades y regiones agrícolas modernas de México y hacia Estados Unidos para sostener la competitividad y las altas tasas de ganancia en el modelo maquilador y agroexportador, y sostener la desfalleciente economía estadunidense con fuerza de trabajo abundante, precarizada e ilegalizada”.

Finalmente, el Plan del Chamizal consigna que “Los campesinos traen la esperanza en el corazón, pero si no hay unidad social, cientos de miles de hombres y mujeres jóvenes seguirán emigrando a Estados Unidos.
Estimamos que el número se incremente 10 por ciento este año, pese al endurecimiento de las medidas antimigratorias estadunidenses, con el consecuente riesgo de que llegue algún momento en que las importaciones de alimentos sustituyan a la producción nacional”

Gran tensión social
Estas movilizaciones se dan en un marco de tensión social, desatada por el endurecimiento de las medidas económicas neoliberales y el incremento de las medidas represivas del Estado contra las expresiones de izquierda en el país.
Al conmemorar diez años de la masacre de Acteal, Chiapas (22 de diciembre de 1998), el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) denunció múltiples hostigamientos contra sus bases de apoyo por parte de paramilitares al servicio del gobierno, así como una campaña propagandística a manos de periodistas e intelectuales incondicionales del Estado mexicano para “legitimar” la masacre cometida contra indígenas de todas las edades hace diez años.

El EZLN advirtió sobre movilizaciones del ejército mexicano en el área, factor que, junto con la reactivación paramilitar, desata un clima de guerra parecido al de 1994 y 1996.
Por su parte, el Ejército Popular Revolucionario (EPR), advirtió hace unas semanas que continuará su campaña de hostigamiento contra la oligarquía y el gobierno de Felipe Calderón hasta que sean devueltos con vida sus dos militantes desaparecidos desde mediados del 2007.

La puesta en marcha de la Iniciativa Mérida (mejor conocida como Plan México), proyecto militar estadounidense que consiste en el financiamiento al Estado mexicano para combatir “al narcotráfico y al crimen organizado”, ha contribuido a la creciente tensión social pues, según denuncias de organizaciones sociales, políticas y populares mexicanas, se trata de un plan injerencista que buscaría aplastar toda expresión popular opuesta a los intereses de Estados Unidos en nuestro país y la región centroamericana.

También se habla sobre la posibilidad de que este año se presente una crisis económica de dimensiones considerables en el país, pues la ausencia de una política económica independiente de los Estados Unidos hace que la recesión económica estadounidense impacte inmediatamente –y con efectos multiplicados— sobre la economía mexicana.http://www.abpnoticias.com/boletin_temporal/contenido/articulos/mexico_tlc.html