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La delimitación de esa nueva reserva en la frontera común amazónica con tres de sus vecinos, según publica este sábado el diario Folha de Sao Paulo, puede generar una "intensa polémica" en el país debido a que convertiría en áreas indígenas prácticamente todo el territorio brasileño en las fronteras con Colombia, Venezuela y Guayana.
Brasil ya es palco de una intensa polémica por la creación de la reserva Raposa Serra do Sol, en la triple frontera con Venezuela y Guayana, debido a que su ejecución exige la expulsión de decenas de importantes productores de arroz con gran influencia política y económica en el estado de Roraima.
La Raposa Serra do Sol, que ya fue delimitada y sancionada por el Gobierno, ocupa 1,7 millones de hectáreas, que equivalen al 7,7 por ciento del territorio de Roraima, y está habitada por 18.000 indígenas de las etnias Macuxí, Taurepang, Wapixana, Ingarikó y Patamona.
Su creación está en manos del Supremo Tribunal Federal (STF), la máxima corte del país, debido a los recursos presentados por los hacendados y por legisladores y autoridades de Roraima.
La mayoría de los magistrados ya se manifestó en favor de que la tierra sea destinada exclusivamente a los indígenas, aunque han aclarado que el Ejército tiene que tener derecho a montar bases en la reserva para poder garantizar la seguridad de las fronteras.
Por ese mismo motivo, el proyecto de la Funai para crear la nueva reserva en la triple frontera con Venezuela y Colombia ya ha generado críticas entre sectores militares.
"Es sospechoso ese cierre de la frontera. Tenemos que tener cuidado con la 'balcanización' de la Amazonía y con la presencia de organizaciones no gubernamentales interesadas en explorar las riquezas de la tierra", afirmó el presidente del Club Militar, general de la reserva Gilberto Barbosa de Figueiredo, en declaraciones a Folha de Sao Paulo.
Los militares brasileños han manifestado en diversas oportunidades su temor de que los indígenas que viven en las reservas en la frontera, incentivadas por intereses extranjeros, algún día puedan reivindicar su independencia de Brasil.
La Funai, por su parte, alega que la creación de reservas en ningún momento veta la presencia del Ejército en esas áreas.
"Los últimos casos, incluso el de Raposa Serra do Sol, reafirman la legitimidad de la presencia del Ejército y de otras fuerzas en las reservas. No hay cualquier restricción a la presencia militar y las propias bases militares tienen soldados indios", según el antropólogo Paulo Santilli, coordinador general de Identificación y Delimitación de reservas de la Funai.
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