El bloque oligárquico no logra aplastar la fuerza popular
T.P.
T.P.
El general en Jefe del golpe, apareció ayer sin uniforme de campaña, declarando a algunos periodistas que ha llegado la hora del entendimiento. Evidentemente, la realidad se ha resistido a los cálculos de las elites. Estos se han revelado bien equivocados, y es mejor abandonar las posturas radicales y actuar de otra forma.
El general en su nuevo formato -ataviado en su uniforme de gala- dió a entender que estamos a la víspera de un viraje, o sea que la fuerza bruta no ha podido doblar la resistencia popular. Abandono de la intransigencia, del radicalismo y de la vocación dictadorial: tienen que sentarse a dialogar con el odiado Presidente Zelaya, y esto conlleva a un inevitable reconocimiento -no de facto, sino explícito- de la nueva gran alianza política y social que se ha cohesionado después del fracasado golpe. Ha llegado un nuevo protagonista en la vida de Honduras, y llegó para quedarse largo rato.
Es la primera vez que el bloque oligárquico no logra aplastar las fuerzas sociales de la democracia real. Tienen que negociar, o sea modernizarse, y actualizarse a la realidad histórica prevaleciente en todo el continente americano.
El gobierno golpista registró su primera fisura interna en la que fuerzas que apoyaron el golpe de Estado, las cuales exigen que se de marcha atrás con la suspensión de las libertades civiles decretadas el domingo.
Diputados de los partidos Liberal y Nacional -que habían respaldado el derrocamiento de Manuel Zelaya el 28 de junio- pidieron a Micheletti, que termine sus medidas radicales.
Micheletti suspendió el domingo por decreto la libertad de asociación, movimiento y también la libertad de prensa, lo que les permitió allanar y cerrar a dos medios de comunicación leales a Zelaya.
Líderes empresariales propusieron, para terminar con la crisis política, que se restituya al depuesto presidente y el envío de 3,000 soldados de las Naciones Unidas para garantizar la paz en Honduras.
El gobierno golpista registró su primera fisura interna en la que fuerzas que apoyaron el golpe de Estado, las cuales exigen que se de marcha atrás con la suspensión de las libertades civiles decretadas el domingo.
Diputados de los partidos Liberal y Nacional -que habían respaldado el derrocamiento de Manuel Zelaya el 28 de junio- pidieron a Micheletti, que termine sus medidas radicales.
Micheletti suspendió el domingo por decreto la libertad de asociación, movimiento y también la libertad de prensa, lo que les permitió allanar y cerrar a dos medios de comunicación leales a Zelaya.
Líderes empresariales propusieron, para terminar con la crisis política, que se restituya al depuesto presidente y el envío de 3,000 soldados de las Naciones Unidas para garantizar la paz en Honduras.
"Propuesta" empresarial: restitución de Zelaya sin poderes, a Goriletti diputación vitalicia (sic)
hablahonduras.com/2009/09/30/dia-noventa-y-cinco-30-de-septiembre-de-2009/
....Adolfo Facussé ha presentado una propuesta para solventar la crisis que ignora plenamente las demandas populares de la resistencia. Habla de la restitución de Zelaya a la presidencia sin poderes y capacidades, con un gabinete nombrado por los grupos de poder y con un Congreso Nacional crecido en un rol de inspector permanente sobre el ejecutivo.
Al a vez que daría inicio del juicio político contra su persona y lo más seguro, dadas las características de la Corte Suprema: la cárcel. Micheletti habría de tener una diputación vitalicia, con lo cual se convertiría en el perro guardián de la Oligarquía pendiente de las acciones de los nuevos presidentes dispuesto siempre a sacrificarse como presidente y líder de nuevos golpes de estado.Zelaya se fue a la izquierda, dijo el dictador en una entrevista a un diario argentino, puso toda gente comunista, nos preocupó y con eso encierra la verdadera razón que motivó el golpe de estado.
La propuesta de Facusse muestra el descontento de la empresa privada con la crisis, buscan una salida en la cual se presenten como víctimas a la vez que ganadores. Comenten el error nuevamente, y por lo tanto están condenados al fracaso, al ignorar las necesidades y demandas de los sectores populares. Su arrogancia burguesa no les permite ver que el COHEP y la ANDI no son el pueblo.
¡NO PASARÁN!
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