Tito Pulsinelli
Ahora es definitivo: Micheletti & asociados siguen por la misma ruta, tiran a la basura el acuerdo propiciado por T. Shannon, y con una operación de burda cosmética van a sacar del sombrero un “gobierno de unidad nacional”, con los mismos compadres y lacayos de siempre. Sin el regreso de Zelaya a la presidencia.
Borran el punto 5 del acuerdo recién alcanzado, que establece expresamente la restitución de Zelaya al puesto en que fue elegido por los electores, y marchan con trompetas y caradura hacia la farsa electoral. Con la anuencia del Departamento de Estado, su hipócrita diplomacia del doble carril, los servicios sucios del ex presidente chileno Ricardo Lagos y la bendición del cardenal de Tegucigalpa, han cocinado una burla grotesca a la ciudadanía de Honduras. Y a todas las instituciones internacionales que condenaron y cortaron la relaciones con los golpistas.
Sin Zelaya a la presidencia no habrá ningún gobierno creíble, mucho menos unitario, ni que pueda reconciliar la nación hondureña. Sin Zelaya no habrá participación en el proceso electoral, que será una expresión minoritaria de los poderes fácticos y no involucrará la mayoría social. El Grupo de Río ya ha ratificado que la “unidad nacional” se alcanza con la aplicación integral de los acuerdos logrados. El punto 5 habla con claridad del regreso a Palacio de Zelaya.
Los actores ocultos del Tegucigolpe han siempre actuados inspirados en el “escenario Haití” (como este blog señaló desde el principio): uno de los comandantes de la base de Palmerola fue el protagonista del secuestro y deportación del presidente Aristide a Africa.
Ese secuestro culminó la reversión del proceso liberador de la isla antillana y la sucesiva desarticulación del movimento emancipador Lavalas. Estados Unidos lo logró después de un primer golpe y exilio de Aristide. Demasiadas coincidencias.
La fase 2 del Tegucigolpe, apunta al maquillaje acelerado de la fuerzas golpistas para que sean mas presentables, y puedan proceder al “fraude electoral anunciado". Buscan un reconocimiento internacional un poquito mas amplio del actual, limitado a Estados Unidos e Israel. ¿Quién participará activamente a ese fraude? Cuentan de obtener asi un tiempo adicional, suficiente para lograr lo que no han podido hasta hoy: desarticular, dividir, reprimir y subyugar el Frente Nacional contra el golpe.
En otras palabras, una estrategia siempre finalizada al factor tiempo, con la ilusión de poder remover el problema que está implantado en el centro nervioso y en el corazón de Honduras: proceso constituyente. Esto, los golpistas y sus patrocinantes del norte, no han podido borrarlo. Tampoco la fuerza social que lo respalda, crecida en experiencia, determinación, conciencia de la fuerza acumulada, articulación interna y –por primera vez- también internacional.
Honduras no es Haití, Mel Zelaya no está en Africa. La resistencia ha conseguido una victoria táctica, y va en busca de la afirmación estratégica, con flexibilidad y capacidad de innovación.
El mundo, y aquello que no han perdido la decencia, deben seguir apoyando las gestas de los hijos de Morazán y de Lempira.
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