Venezuela: Survival International admite que no hubo masacre de Yanomanis

foto P. Laya
Survival International  tuvo que reconocer que su denuncia era falsa

 Después que varias comisiones especiales del Ministerio Público y de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) probaran ampliamente, con imágenes y testimonios, que no hubo ninguna masacre de indígenas yanomami Irotatheri en el estado Amazonas, al sur de Venezuela, la ONG Survival International no tuvo otra opción que reconocer que su denuncia era falsa. Sin pruebas, hace tres semanas corrió el rumor de que 80 yanomami habían sido

asesinados por buscadores de oro ilegales brasileños, cerca de frontera con Brasil. De inmediato, los medios privados se hicieron eco de la farsa para intentar desprestigiar al gobierno de Caracas. Una apta para desprestigiar preventiva e masivamente.

El presidente Chávez, ordenó la investigación exhaustiva y apenas supo de que sólo se trataba de un rumor, lo anunció al país y puso a su disposición de los periodistas hasta un helicóptero. "Habiendo recibido su propio testimonio de fuentes confidenciales, Survival ahora cree que no hubo ataque de mineros contra la comunidad yanomami Iroratheri", expresó Chávez. 

"Yanomamis de esa zona, donde muchos mineros de oro ilegales operan actualmente, escucharon historias de una matanza en julio, y eso fue divulgado por algunos como si hubiera ocurrido en esa comunidad", justificó la ONG con sede en Londres. No obstante, también publicó: "no sabemos actualmente si estas historias fueron desencadenadas o no por un incidente violento, lo que es la explicación más probable, pero la tensión en la zona sigue siendo fuerte".

La inefable Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), sin esperar las investigaciones que estaban en curso en Venezuela, sin siquiera consultarse con las autoridades, se pronunció en contra de una masacre que jamás ocurrió. Una vez más, arremete contra el gobierno bolivariano. Como denunció el canciller venezolano Nicolás Maduro, se ha convertido en "instrumento político para satanizar o criminalizar los procesos de profundas transformaciones que se viven en este hemisferio".