Si lo que está sucediendo en Baltimore
hubiese ocurrido en un país extranjero, así es como lo cubrirían los
medios de comunicación occidentales
Karen Attiah Washington Post Líderes internacionales expresaron su preocupación por la creciente ola de violencia estatal y racismo en Estados Unidos, especialmente en relación con el tratamiento de las minorías étnicas y la corrupción de las fuerzas de
seguridad del Estado en todo el país, en lo relacionado con el manejo de casos de brutalidad policial. La última crisis está teniendo lugar en Baltimore, Maryland, una ciudad en otrora muy bulliciosa en Eastern Seaboard, donde un hombre desarmado llamado Freddie Gray murió a causa de un golpe en la columna vertebral mientras se encontraba bajo custodia policial.
Karen Attiah Washington Post Líderes internacionales expresaron su preocupación por la creciente ola de violencia estatal y racismo en Estados Unidos, especialmente en relación con el tratamiento de las minorías étnicas y la corrupción de las fuerzas de
seguridad del Estado en todo el país, en lo relacionado con el manejo de casos de brutalidad policial. La última crisis está teniendo lugar en Baltimore, Maryland, una ciudad en otrora muy bulliciosa en Eastern Seaboard, donde un hombre desarmado llamado Freddie Gray murió a causa de un golpe en la columna vertebral mientras se encontraba bajo custodia policial.
Miembros del grupo étnico minoritario de
afrodescendientes estadounidenses son asesinados por las fuerzas de
seguridad del Estado en una proporción más alta que la mayoría de la
población blanca. Por ejemplo, los varones afrodescendientes jóvenes
tienen 21 veces más probabilidades de recibir disparos de la policía,
que los hombres estadounidenses blancos.
El Reino Unido expresó su preocupación
por el giro inquietante de los acontecimientos en Estados Unidos en los
últimos meses. En ese sentido, el ministerio de Relaciones Exteriores
del país emitió un comunicado: "Hacemos un llamado al régimen
estadounidense para controlar a los agentes de seguridad del Estado que
han tenido un comportamiento brutal contra miembros de minorías étnicas
de Estados Unidos. Igualmente la aplicación del Estado de Derecho, así
como el respeto de los derechos humanos de todos los ciudadanos,
afrodescendientes o blancos, es esencial para una democracia sana". Gran
Bretaña siempre ha mantenido un gran interés en Estados Unidos, una ex
colonia.
Palestina ha ofrecido asistencia
continua a los activistas americanos que luchan en pro de la democracia,
a través del envío de equipos antigas lacrimógeno para los
manifestantes, que garantizan su protección contra la brutalidad
policial en varias ciudades estadounidenses. Grupos egipcios
pro-democracia, también han dicho que van a compartir sus experiencias
en la defensa contra armas anti-protesta de fabricación estadounidense.
Una declaración de las Naciones Unidas
dijo: "Condenamos la militarización y la brutalidad policial que hemos
visto en los últimos meses en EEUU, e instamos firmemente a las fuerzas
de seguridad del Estado norteamericano para iniciar una investigación
completa sobre la muerte de Freddie Gray en Baltimore. No hay excusa
para la violencia policial excesiva. La ONU pidió a Estados Unidos hacer
un esfuerzo concreto, para la creación de bases de datos públicas sobre
casos de violencia policial y así mejorar la transparencia y reducir la
corrupción en el sistema judicial".
Por su parte, analistas internacionales
predijeron la creación de las llamadas semillas de la "primavera
estadounidense", fomentada por la tecnología. "Es increíble lo que los
medios sociales están haciendo por la causa de la justicia en Estados
Unidos", dijo un analista de los derechos políticos con sede en Ginebra.
"La juventud afrodescendiente de América está demostrando como es el
activismo por los derechos civiles del siglo 21, a través del uso de
tecnología, medios de comunicación social y una estrategia de
organización descentralizada, para hacer que las autoridades
responsables se manifiesten a favor de un cambio. Estos niños hacen
notorias las formas de lucha moderna por la libertad".
Los líderes locales en el municipio
estadounidense de Baltimore impusieron un estado de sitio esta semana,
luego de que las protestas pacíficas se tornaran violentas. En
respuesta, países de todo el mundo han aconsejado a los ciudadanos de
"piel oscura" evitar los viajes y traslados que no sean estrictamente
necesarios hacia las zonas donde impera la violencia del Estado contra
personas desarmadas cuya "tez es oscura", sobre todo en los puntos
calientes recientes, como Nueva York, Missouri, Oklahoma, Carolina del
Sur, Ohio, California, Michigan, Virginia y Maryland.
Entre tanto, grupos internacionales de
derechos humanos han hecho un llamado a la comunidad internacional para
facilitar el asilo a minorías étnicas afroamericanas de Estados Unidos.
En ese sentido, cuando se le preguntó si la Unión Europea estaría
dispuesta a asumir más refugiados afrodescendientes que arriesgan sus
vidas huyendo de la violencia del Estado estadounidense, un portavoz de
derechos humanos de la UE dijo: "¿Más refugiados negros? Ya nosotros
estamos lidiando con los refugiados de nuestra propia crisis del
Mediterráneo, por ende para nosotros este no es realmente un buen
momento para tratar ese tema. Además, nosotros creemos en soluciones
estadounidenses para problemas estadounidenses". La Unión Africana no ha
respondido a las solicitudes ni ha emitido mayores comentarios.
Funcionarios del gobierno estadounidense
tomaron de los medios estatales el término "matones", con el cual
califican a los manifestantes, ésta es una palabra racialmente
codificada y cada vez más utilizada para describir los hombres
afrodescendientes en Estados Unidos. De este modo, se legitimó que los
comentaristas en los medios de comunicación nacionales hayan comparado
con frecuencia a los manifestantes y los disturbios con varios
personajes y eventos de la popular serie de televisión "The Wire",
escenificada en Baltimore y trasmitida a principios de la década de
2000.
Grupos étnicos afrodescendientes de
Estados Unidos han sido desplazados de sus comunidades, debido a un
fenómeno calificado por ciertos expertos de la región como
"gentrificación", que explica el desplazamiento de residentes más ricos
hacia zonas de bajos ingresos. Baltimore no es una excepción a esta
tendencia, sobre todo en algunas zonas cuyos precios de las residencias
se elevaron 137%, después de que la ola de "dólares corporativos" se
moviera hacia el mercado de las áreas afectadas por la pobreza.
Joe Smith, un miembro del grupo étnico
mayoritario blanco, dijo frente a la sede de un Starbucks que iba a ser
estrenada en Inner Harbor de Baltimore: "Yo no sé por qué estos 'negros'
están destruyendo sus propias comunidades, ¿por qué estas personas no
siguen el ejemplo de Martin Luther King? Esos muchachos recibieron lo
suyo de la policía en ese entonces, pero no trataron de alzarse y
luchar, haciéndonos a todos pasar por un momento incómodo, ¿sabes?".
Es la otra cara de la moneda que los
grandes medios no cuentan, y que este periódico, el mayor y más antiguo
de Washington D.C. que develó el caso Watergate y desempeñó un papel
importante en la caída de Richard Nixon, tuvo la delicadeza de publicar,
al menos, en su página de opinión.
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