Miguel Ángel Sandoval
El camarada Manuel sigue ganando batallas después de muerto. Eso es lo que paso este viernes en Caracas cuando se develo un busto del viejo jefe guerrillero y se insistió una vez más, que en Colombia la guerra demandaba una salida política. Y además se subrayó que el homenaje de Marulanda, se hacía sin el apoyo oficial aunque con la participación de estructuras del PSUV y del alcalde de Caracas, Freddy Bernal. El busto de Marulanda estuvo arropado por la bandera de Colombia, con lo cual se quería subrayar el sentimiento del jefe guerrillero por el país de su lucha.
El impacto de este homenaje es fácil de imaginar, especialmente cuando el Nacional de Caracas, del 27 de septiembre, puso en primera plana la inauguración de la Plaza Manuel Marulanda, subrayando la masiva participacion social, los fuegos artificiales, las canciones y los vallenatos, y junto a la información del busto del jefe guerrillero, la declaración oficial del gobierno de Colombia que por medio de su embajador en Venezuela, manifestó su indignación por el homenaje y dirigió una nota verbal de protesta a la cancillería venezolana.
Por supuesto que esta declaración y el tono desafiante y poco diplomático, del embajador de Colombia, tuvo su adecuada respuesta por parte del Alcalde de Caracas, tanto en el acto de la plaza, como en una cena ofrecida a los delegados asistentes al debate sobre el ALBA.
Pero más allá de esas reacciones primarias, lo cierto es que junto al homenaje del jefe guerrillero más antiguo de Colombia y el más tenaz y el más coherente, es necesario subrayar, una vez más, lo que no se puede olvidar. Luego de la crisis de los rehenes y del show mediático, es necesario reconocer que lo que a ese país le hace falta es una solución política al más viejo y enraizado conflicto armado del continente.
Es la visión de la Coordinadora Continental Bolivariana, organizadora de esta actividad. Y tener presente que las guerrillas son una realidad, que la lucha en ese país continúa y que cuenta con apoyo y simpatías de importantes sectores del país y de fuera de Colombia.
Y también, es indispensable recordar que las FARC, tienen una sólida propuesta política, puntos programáticos con la tierra en el lugar número uno, para no dejar de lado el origen del conflicto, que no es otro que la injusta distribución y tenencia de la tierra en Colombia, y junto a la tierra lo fiscal que nos recuerda la urgencia de modernización del Estado Colombiano, y esos dos puntos son parte de los que le hacen contar con los atributos para demandar la solución política del conflicto en ese país hermano.
Pero sobre todo son temas que no permiten de ignorar una guerra con claro origen político y que demanda por tanto, soluciones políticas. Esa es la realidad que nos ilustra la inauguración del primer busto de Marulanda a nivel mundial.
Pero no solo fue el busto de Marulanda, que podría quedarse en el simple homenaje, valeroso sin duda, pero homenaje en fin. Un día antes de la develacion del busto, se presentó un libro sobre la vida del viejo guerrillero y las mas recientes propuestas políticas de la organización que el dirigió toda su vida.
Es un libro que contiene una semblanza del jefe guerrillero, varias notas escritas por diferentes plumas al momento de conocerse su muerte que lo hacen mas humano si cabe, propuestas viejas como viejo es el conflicto armado de Colombia y un planteamiento político actual que busca dar una salida a la crisis de ese país. Es un libro pensado para recorrer el continente latinoamericano y mas allá.
Estando en Caracas como invitado a los debates del VII Foro Social para discutir temas del ALBA, tuve el privilegio de asistir a la presentación del libro y a la inauguración de la Plaza Marulanda y en verdad que un luchador como él, con la trayectoria de luchador social de 6 decadas, que terminan cuando su viejo corazón se le adelanta y le dice, Manuel es hora de parar, merecía un homenaje de esa naturaleza.
Con la experiencia de haber participado en una negociación política para poner fin a la guerra de los 36 años en Guatemala, creo que es momento que las partes de ese conflicto construyan las condiciones para intentar, una vez mas, la solución política. Es la lógica de los procesos negociadores que nunca se rinden y siempre se reinventan para conseguir el objetivo más buscado: la paz.
Homenajes como el realizado los días jueves y viernes en la Venezuela Bolivariana, son solo el inicio de un proceso que busca coadyuvar en la solución política a la crisis colombiana. Otros mas se producirán en otros países y otras actividades deben continuar a esta realizada en Caracas. Hasta que se le pueda rendir sin duda ninguna, el homenaje indispensable y el mismo sea en su Colombia de los vallenatos.
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