Señor Presidente,
Para los venezolanos, latinoamericanos y caribeños es un orgullo tenerlo a usted en la presidencia de esta Asamblea General. Nadie más parecido a un cristiano auténtico que un cristiano progresista, condición riesgosa y sacrificada en personas como usted, cuya vida ha sido testimonio de sus altos valores.
Este criterio, por supuesto, es valido para musulmanes, judíos, budistas, animistas, hinduistas, ateos, etc., cuya vida sea un testimonio de sus respectivas exigencias éticas.
Hay otra religión cuyos fieles y sacerdotes predican desde sus templos de mampostería. Es la religión del neoliberalismo cuyo Dios es el mercado.
Hace no muchos años un conocido académico, embelesado en su propia imagen materialista, anunciaba el fin de la historia al pretender que ya habíamos alcanzado, no la fuente de la eterna juventud, sino el secreto de la perenne prosperidad.
Hoy, con motivo del sexagésimo aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos, estamos recordando como una maldición ese pensamiento que refleja toda la insensibilidad de los más egoístas y corruptos.
En tiempo de la Revolución Francesa alguien dijo “libertad cuantos crímenes se cometen en tu nombre”. En estos días podríamos decir “libre mercado cuanta pobreza, cuanta violencia, cuanta tortura, cuantas guerras, cuantas invasiones, cuanta opresión, cuanta injusticia social se cometen en tu nombre”.
Por eso vemos con simpatía las iniciativas de paz del Presidente Nicolás Sarkosy así como sus ideas oportunas sobre un capitalismo regulado y una Cumbre de países afectados por la crisis financiera.
Acostumbrados como estábamos a sufrir los efectos perversos de la brutal aplicación de las políticas neoliberales, hoy constatamos el dolor, la angustia y la rabia de millones de nuestros hermanos estadounidenses, estafados por delincuentes de clase alta, experiencia que bien conocemos los venezolanos.
Como la memoria es frágil y la dictadura global neoliberal se vale de medios de comunicación privados para ocultar sus crímenes, me permito recordar un acontecimiento monstruoso que ocurrió en el primer país laboratorio de las recetas más radicales de Wall Street y el Fondo Monetario Internacional. Hablo de mi patria, Venezuela. En sólo dos días, en febrero de 1989, una rebelión popular espontánea fue reprimida de manera inmisericorde. Fue la protesta contra la aplicación, sin anestesia, de las recetas mágicas que nos impusieron los grandes centros financieros.
Algunas ONGs de derechos humanos de entonces registraron miles de muertos pero las cifras oficiales reconocieron sólo doscientos cincuenta y nueve muertos, sin hablar de los heridos y los destrozos materiales. “sólo doscientos cincuenta y nueve muertos”, en dos días.
Diplomático en funciones en esos días terribles presumí que recibiríamos quejas y condenas de gobiernos amigos con buen historial en derechos humanos. Nada de eso ocurrió; Venezuela era la niña consentida de las democracias latinoamericanas y al mismo tiempo un laboratorio neoliberal cuyo fracaso había que ocultar. Los cómplices mediáticos de ayer que ocultaron esos crímenes son los mismos de hoy que difaman al proceso socialista, revolucionario y democrática venezolano, dirigido por el Presidente Hugo Chávez.
En Venezuela practicamos la democracia extrema: extrema libertad de expresión, extrema participación, extremo enfrentamiento al monstruo neoliberal y extremo compromiso con la justicia social. De allí la campaña mediática internacional para difamar y tratar de hacer sucumbir a la democracia venezolana.
Los instrumentos de esa campaña tienen nombre y apellido; son la cadena Fox de los Estados Unidos, el Grupo de Diarios de América, la Sociedad Interamericana de Prensa, el neocolonialista grupo PRISA, el diario el País y la cadena radial COPE de la benedicta Conferencia Episcopal Católica de España, así como el diario el Mercurio de Chile, el Universal de ciudad de México, la televisora golpista venezolana Globovisión, entre muchos más servidores de la ultraderecha internacional.
Esto nos hace pensar en un tema del cual no se habla, creídos como están algunos de que con Nelson Mandela se acabó el “apartheid”. En Estados Unidos la gente que vemos en las pantallas de las televisoras, es como la gente que uno ve en la calle. ¡Nó en América Latina!. En Venezuela y en los países Latinoamericanos, multiétnicos, uno no ve mestizos, indígenas o afrolatinoamericanas a menos que sea en roles de servidumbre. Por eso el odio racista contra la mayoría indígena en Bolivia. El racismo es la mas perversa de las discriminaciones. En las peores dictaduras y bajo persecución uno puede ocultar su pensamiento, su fe o su compromiso político, pero lo que no se puede ocultar nunca es el color de la piel…
La democracia, la justicia social internacional y la paz no pueden sobrevivir bajo esquemas de unilateralismo y ejercicio muscular de poderes hegemónicos. La disidencia no debe ser castigada si no más bien reconocida dentro del ejercicio de los valores democráticos y pacifistas. El aprecio y el respeto a los diferentes es una garantía del cumplimiento de los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas. La democracia y la paz han de ser consecuencia de la creatividad y la confianza generada por la variedad de ideas, colores, intereses y propuestas.
La democracia progresista ha estado floreciendo en los espacios latinoamericanos y caribeños, particularmente durante los últimos 10 años, de la misma forma que el continente se ha estado inclinando hacia profundos cambios sociales. Bastante atrás, durante los años 60 y 70, la fórmula mágica para alcanzar la democracia completa y el progreso social predicada por algunos, era por vía de elecciones libres y transparentes, aunque en ciertos casos “selectos”, las elecciones no fueron ni muy democráticas ni muy transparentes; sin embargo, fueron bienvenidas en el supuesto club democrático ya que se apegaban a patrones no escritos de comportamiento político, dictados por la metrópoli global.
El hecho es que hoy día en América Latina, las elecciones son más participativas, más transparentes y más libres que nunca y sin embargo los resultados no son bienvenidos cuando los ganadores han sido previamente clasificados como villanos por la superpotencia imperial.
El espectro de la democracia progresista está acechando al continente de la injusticia social. Como debe ser, la gente está decidiendo su propio destino, pero haciéndolo con una clara preferencia por tendencias izquierdistas que responden a esa circunstancia. Esta tendencia incomoda a la ultraderecha que no es tan amante de la democracia como pretende ser. De cierta forma, me recuerda a Henry Ford, quién refiriéndose a su gran éxito de ventas, el Ford modelo T, una vez dijo: “Cualquier cliente puede tener un carro pintado de cualquier color mientras éste sea negro”, así que algo similar sucede a la super potencia y sus socios en nuestro continente. Cualquier ganador de elecciones libres y transparentes bajo la observación de testigos internacionales creíbles es aceptado, siempre que sea un derechista.
La disidencia no es aceptada por algunos en el vecindario global. Las nuevas corrientes apoyadas por la mayoría de los excluidos no son bienvenidas. Los magnates de los medios privados se constituyen a sí mismos como una amenaza a la democracia y la libertad, alineándose con los intereses a los cuales sirven, mientras envenenan la psiquis colectiva de segmentos sociales asustadizos.
La conspiración en contra de las instituciones legítimas está siendo desatada y consolidada bajo la inspiración de tesis fundamentalistas. Nuevas cacerías de brujas identifican al fenómeno y los fundamentalistas de la derecha emprenden acciones bien coordinadas y bien financiadas, sin renunciar a mega negocios corporativos como es el caso de la empresa Halliburton, cuyos balances están manchados de sangre, de sangre árabe y estadounidense. Mientras tanto Al Qaeda más numeroso que nunca y todavía sin aparecer las armas de destrucción masiva.
Las fuerzas derechistas y racistas locales, envalentonadas con apoyo importado, desconocen la legitimidad de las nuevas o renovadas instituciones y causan inestabilidad política y social, así como separatismo. El caso de Bolivia… A Ecuador tampoco le perdonarán el abrumador apoyo popular de ayer al proyecto de Constitución del Presidente Correa, así que tendremos que invitarlo al Eje del Mal.
De cualquier manera, no hay mucho de qué preocuparse con respecto a las democracias izquierdistas. Son muy modernas en el sentido de que no tienen ni cuerpos de policía religiosa, ni de policía sexual, mientras que por otra parte son democracias anticuadas donde aquellos quienes sacan más votos llegan en primer lugar y son electos...
II
La Magia de los Mercados
El drama de la pobreza, la exclusión social y la distribución desigual del ingreso sigue tiranizando a nuestros pueblos.
El actual modelo de desarrollo no es sustentable, peligran la vida, el planeta y la paz. Mientras exista hambre, nuestras democracias y nuestro entorno están amenazados.
Es tiempo de transformaciones profundas y de grandes exigencias. El Secretario General Ban Ki-moon en su intervención reflexionó sobre “la necesidad de un nuevo entendimiento de la ética…en los negocios, con más compasión y menos fe incondicional en la magia de los mercados”. La codicia y el consumismo son responsables de los cambios climáticos, de la crisis energética, del caos financiero y la crisis alimentaria.
III
Las repercusiones de la crisis alimentaria mundial para la pobreza y el hambre en el mundo
La crisis mundial de alimentos sigue avanzando. El alimento se ha convertido en una mera mercancía que sirve a la maximización de la ganancia y desestima el derecho humano a la alimentación.
Según datos de la FAO, la producción global de alimentos ha superado regularmente el crecimiento de la población.
Eso significa, que se producen suficientes alimentos en el mundo para suministrar más de 2.800 calorías por día a cada uno de sus habitantes, y cerca de un 18% más calorías por persona que en los años sesenta, a pesar de un aumento significativo en la población total.
Si se producen suficientes alimentos en el mundo ¿Cómo se puede explicar que existan más de 850 millones de personas hambrientas o desnutridas, que 25 mil personas mueran de hambre cada día y de ellos 18 mil sean niños?
IV
Metas del Milenio.
El Secretario General destacó que el desarrollo atraviesa un estado de emergencia y llamó a continuar el camino hacia el logro de las Metas del Milenio.
En Venezuela impulsamos políticas para la inclusión social, políticas públicas que universalizan derechos.
En el marco de la construcción de un nuevo modelo de desarrollo sobre la base a la solidaridad, la justicia social, la equidad, la cooperación, el respeto a los derechos humanos y la participación ciudadana, en Venezuela se está ejecutando una política de desarrollo social integral, centrada en el ser humano, cuya plataforma de acción son las misiones sociales, que son programas sociales y económicos gratuitos de alcance masivo para atender a todos los sectores sociales, haciendo énfasis en los más vulnerables, a través de los cuales se garantizan los derechos sociales y económicos de nuestra población, en paz y en democracia.
Con gran satisfacción y humildad, nuestro país puede exhibir los logros alcanzados en cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Ha disminuido la población en situación de pobreza extrema se ha incrementado en 10,8% la tasa de escolaridad de la población de educación básica.
En los últimos ocho años el gasto del PIB en salud se ha incrementado en un 57,1%.
Ofrecemos cobertura total a los pacientes con SIDA.
Se ha incrementado la población servida con agua potable de 80% en 1998 a 95% en el 2007.
Durante el periodo 1996-2007, la mortalidad infantil se redujo de 23,4 a 13, 4 por mil nacidos vivos.
V
Cooperación, solidaridad, complementariedad.
Venezuela ha dado importantes contribuciones en la construcción de verdaderos espacios de cooperación y complementariedad entre los países del sur.
El ALBA, integrado por Bolivia, Cuba, Nicaragua, Dominica, Honduras y Venezuela, es una iniciativa que tiene como propósito “unir las capacidades y fortalezas de los países que la integran para producir transformaciones estructurales y el sistema de relaciones necesarias para alcanzar el desarrollo requerido y la continuidad de nuestra existencia como naciones soberanas y justas”.
PETROCARIBE es un acuerdo de cooperación energética propuesto por el Gobierno Bolivariano para resolver las asimetrías en la región entre productores y consumidores, por la vía de un nuevo esquema de intercambio favorable, equitativo y justo entre los países de la región caribeña.
Como iniciativa de cooperación entre países del sur, está al margen de los intereses de dominación y predominio característicos de los países desarrollados, y busca contribuir con el progreso económico y social de los pueblos de la región, y constituye una iniciativa de amplio alcance que ha brindado facilidades tanto financieras como estructurales que garanticen el suministro directo en condiciones favorables hacia los países de la región, superando las condiciones restrictivas de un mercado afectado por la intermediación y la especulación.
UNASUR es expresión del esfuerzo político constante, en su corto existir ha demostrado eficacia política y respeto a la soberanía de los pueblos. Ha concretado posiciones comunes para abordar proyectos en los ámbitos energético, social, financiero, educativo, infraestructura, solución de controversias y defensa, que trascienden el plano discursivo para incorporarse en la vida cotidiana de la ciudadanía suramericana. El apoyo unánime al Presidente Evo Morales y la democracia boliviana , es un buen ejemplo.
VI
Democratización de las Naciones Unidas.
El Presidente de la Asamblea General Miguel d’Escoto afirmó que “Más de la mitad de los seres humanos en la Tierra languidecen en el hambre y la pobreza mientras que, por otro lado, cada vez se gasta más en armas, guerras, lujos y cosas totalmente superfluas e innecesarias.
Esa adicción a la guerra es lo único que puede explicar que después del desmoronamiento de la Unión Soviética, países y alianzas belicosas se hayan empeñado en pellizcar, día tras día y acción tras acción, a la democracia rusa y a intrigar en el vecindario en contra de Moscú, en lugar de descartar la amenaza del uso de la guerra y procurar eliminar la desconfianza que es fuente de conflictos y violencia. Desgraciada situación en la cual no han faltado aventureros indigestados con fantasías heroicas. El oso ruso dejo de hibernar.
Cuantas vidas de seres humanos hemos perdido: iraquíes, estadounidenses, latinoamericanos, europeos, asiáticos y africanos, y cuantas vidas podemos salvar si los recursos de la guerra y para la recuperación de las entidades financieras se destinaran a la inversión social.
El proceso de reforma exige la adopción de medidas que fortalezcan la autoridad de la Asamblea General, incluyendo en cuestiones de paz y seguridad internacionales, dado que es el principal órgano deliberativo, participativo y democrático por excelencia de la organización.
Venezuela respalda la ampliación del Consejo de Seguridad en sus categorías de miembros permanentes y no permanentes, la eliminación del mecanismo antidemocrático del veto y la mejora en los métodos de trabajo del Consejo, de manera que resulte más transparente y accesible.
Debemos velar por que el Consejo de Derechos Humanos siga funcionando sobre la base de los principios de imparcialidad, objetividad y no selectividad, sin prácticas estigmatizadores y fomentando el diálogo constructivo, la cooperación sin imposiciones ni vetos salvadores y respetando las particularidades nacionales y regionales, así como los diversos antecedentes históricos, culturales y religiosos.
VII
TEMA MIGRATORIO.
Rechazamos medidas racistas, xenófobas, discriminatorias que niegan en forma clara e inocultable los derechos humanos que deben cobijar a todos, incluso, los migrantes.
Criminalizar a los migrantes y a sus familias, viola sus derechos fundamentales.
Medidas como la Directiva de Retorno, aprobada por el Parlamento Europeo (18-06-08), traen como consecuencia la incitación al racismo, la xenofobia y otras formas de discriminación e intolerancia, haciéndola incompatible con la defensa, promoción y protección de los derechos humanos, la democracia y el Estado de Derecho.
VIII
DESPEDIDA
Señor Presidente, Señores Delegados y Señoras Delegadas
Ya sabemos que no estamos en el fin de la historia, ni siquiera en el comienzo del fin de la historia. Lo que si sabemos es que aparentemente estamos al final del fin de “una historia”; del final de una pesadilla neoliberal donde prevaleció el capitalismo salvaje, como lo calificó Juan Pablo II, la violencia social y la violación persistente y global de todos los derechos humanos.
Esta tarde la Cámara de representantes de los Estados Unidos de América tomó una decisión histórica cuyos efectos se sentirán en todo el mundo.
Ya muy temprano el próximo año, esperamos poder comprobar que lo peor ya ha pasado y que los efectos perversos de la religión del mercado serán sustituidos, Dios mediante, al nivel global para marchar hacia los niveles donde se alcance la democracia, el progreso y la justicia social, que aseguran la paz entre las naciones; entre las naciones libres y solidarias; entre las naciones unidas.
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