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Estados Unidos, en su fase imperial, no ha podido o no ha querido escapar de ese proceso que termina destruyendo a los imperios, y así ha tenido que crear nuevos enemigos y nuevos fantasmas a quienes combatir. Terminada la “guerra fría”, desaparecido el fantasma del comunismo, creó el cuco del narcotráfico y diseñó diferentes políticas antinarcóticos con claros objetivos geopolíticos que les permita la expansión de la economía, el control social, político y cultural y la ulterior dominación imperial de los pueblos de la tierra, incluidos sus liados europeos y asiáticos.
Las guerras imperiales han sido desatadas por Estados Unidos, para satisfacer sus ansias de poder y dominación. Además han servido como fuentes restauradoras de la economía capitalista en permanente crisis que, para paliarla, casi de manera prioritaria, ha recurrido a una serie de negocios ilícitos como el tráfico de armas y el narcotráfico internacional. Es en el narcotráfico que Estados Unidos tiene una de sus mejores fuentes para la obtención de recursos económicos frescos y billonarios, ya sea a través del mercado de drogas ilícitas o por medio del lavado de dinero.
La injustificada e indigna invasión militar de Estados Unidos a Irakle sirvió para apoderarse ilícita e inmoralmente de la segunda reserva mundial de hidrocarburos. No le ha importado que mueran más de un millón e iraquíes, miles de soldados estadounidenses y más de cien mil soldados heridos que quedaron en absoluta discapacidad.
Estados Unidos y su doble moral es un paradigma de cruel cinismo. “Al amparo de la guerra, Afganistán parece que se ha convertido en el mayor productor de opio mundial, una tendencia que venía de atrás, pero que, desde hace años, se ha consolidado de una manera casi incuestionable.
Ahora mismo suministra un rotundo 92 por ciento de la droga disponible en el mercado, realidad que despeja muchas dudas sobre su importancia a nivel global y lo equipara, por su trascendencia en el narcotráfico, a países como Colombia. Lo que se traduce de la siguiente manera: de los 10.700 millones de dólares del Precio Interior Bruto de Afganistán, como explica en un informe Iñigo Febrel Benlloch, más 4 mil millones de dólares, provienen directamente de este negocio, señala el periodista Javier Ors.
Cabe recordar que en el año 2001, antes de la invasión de Estados Unidos y
El periodista Manuel Navarro Escobedo, sostenía que desde la invasión y ocupación de Estados Unidos en diciembre de 2001, Afganistán incrementó sus cultivos de amapola, de la cual se extrae el opio, que genera cerca del 92 por ciento de la producción mundial de heroína. La cifra se traduce en más de 8 mil 500 toneladas de la adormidera. Diez kilogramos son equivalentes a uno de heroína. Esta droga mantiene a este país islámico centroasiático en el primer lugar de drogas del planeta.
Ahora, para la administración de Kabul, ese opiáceo representa un ingreso de unos 3 mil 500 millones de dólares anuales,equivalentes a un tercio de la economía total de esa atribulada y martirizada nación. Pero en términos globales, esas amapolas cultivadas abastecen un mercado de 65 mil millones de dólares en heroína y opio, que llega a 15 millones de adictos y mata unas 100 mil personas anualmente. Esto figura en un informe intitulado Adicción, crimen e insurgencia: la amenaza transnacional del opio afgano, elaborado por
El director ejecutivo de
Costa asevera que la línea fronteriza entre Afganistán y Pakistán constituye la mayor zona de libre comercio del mundo para todo lo que sea ilícito, desde drogas, armas, precursores químicos y equipos para fabricar bombas, hasta tráfico de seres humanos. El documento elogia la labor de las autoridades iraníes en el combate contra los traficantes y la gran infraestructura creada con ese propósito a lo largo de su límite geográfico oriental. Irán captura el 20 por ciento del opio que viaja por su territorio, en tanto que Pakistán decomisa el 17 por ciento; Rusia, el 4 por ciento; otros países de Asia Central, 5 por ciento, y Bulgaria, Grecia y Rumania, miembros de
El valor de esa heroína se incrementa con cada cruce de fronteras, de unos 3 dólares el gramo en Kabul a más de 100 dólares en las calles de Londres, Milán o Moscú. Europa consume el 19 por ciento del opio del mundo; Rusia e Irán llegan a un 15 por ciento cada uno; China, 12 por ciento;
Sin embargo, esa estimación contrastó con la apreciación del jefe del régimen afgano, Hamid Karzai, quien aseveró quen “el opio constituye una economía real y que muchas personas dependen de ello, por lo cual llevará tiempo desarrollar alternativas”. Karzai aseguró que “sería ingenuo pensar que esa erradicación de los cultivos llevaría poco tiempo y anunció que la misma puede durar entre 10 y 15 años”.
Precisamente, durante el régimen talibán (estudiantes del Corán), de
De ahí, se deduce que Afganistán proseguirá al frente de la producción mundial de heroínas por largos años, mientras que sus mentores, Estados Unidos y
El beneficio de EEUU
Diversos estudios realizados por expertos en el combate al narcotráfico internacional, coinciden en determinar que tras el narcotráfico internacional está la intencionalidad de Estados Unidos para mantener e incrementar ese ilícito negocio para su propio beneficio. Hoy, sobre la base pruebas irrefutables, nadie debería dudar que los servicios de espionaje estadounidenses, en especial, la CIA y DEA, intervienen en el negocio del narcotráfico internacional junto a importantes empresas, sistemas financieros y bancarios del capitalismo mundial con sede en Estados Unidos de Norteamérica que, de esta manera, ejerce un férreo control político en las rutas del narcotráficoque al final de cuentas, resulta tan importante como el control de las rutas de los oleoductos que transportan hidrocarburos. Sin temor a equivocaciones, se puede afirmar que el porcentaje mayor de las utilidades del comercio mundial de las drogas se lleva Estados Unidos.
Si bien es cierto que
Un pequeñísimo porcentaje de esos beneficios va los campesinos y comerciantes del país productor. “La heroína afgana se vende en los mercados internacionales de narcóticos por cien veces el precio que obtienen los campesinos que lo sacan directamente de sus tierras”, según señalaba el propio Departamento de Estado estadounidense, citado por Voice of América (VOA).
De un kilo de opio se produce aproximadamente
Aunque estas cifras no son estimaciones precisas, sin embargo dan idea de la magnitud de este comercio multimillonario de drogas en el exterior de Afganistán. Tomando como base las primeras cifras que ofrecen una estimación conservadora, el valor en efectivo de estas ventas, una vez en el mercado occidental al por menor, es de más de 120.000 millones de dólares anuales de utilidad líquida.
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