Ahora las semillas tendrán
código de barras
HAROLDO SHETEMUlESE ENGENDRO DE LEY determina la exclusividad de derechos de propiedad
intelectual de semillas a empresas que las hayan patentado como propias.
Después de que Guatemala suscribiera el Tratado de Libre Comercio con
Estados Unidos debía establecer un sistema de protección de productores
de variedades vegetales como un derecho de propiedad intelectual. Sin
embargo, varios países lo han rechazado y otros como Costa Rica lo
aprobaron, pero dentro del cuerpo legislativo dejaron plasmado el
derecho de los campesinos a semillas sin restricciones.
EN EL CASO GUATEMALTECO la situación es
patética. Los partidos Patriota y Líder utilizaron esa ley como parapeto
para lograr la ampliación del presupuesto para el Ministerio de
Comunicaciones. Los padres de la Patria ni siquiera se tomaron la
molestia de leer la iniciativa de ley y levantaron la mano para aprobar
esa monstruosidad jurídica sin saber qué aprobaban. Pero lo que más
llama la atención es el mutismo del antiguo activista de Greenpeace
Elmer López, quien ahora es ministro de Agricultura, Ganadería y
Alimentación. Ese funcionario estaba obligado a conocer el significado
de esa normativa y bien pudo alertar sobre el peligro que entrañaba. Sin
embargo, prefirió guardar un silencio cómplice.
SEGÚN LA ALIANZA Nacional para la Protección de
la Biodiversidad, esa ley es inconstitucional porque viola el derecho de
los pueblos a la agricultura, ya que concede patentes que pueden
apropiarse del patrimonio genético tangible e intangible del país. Si
esa norma sigue vigente, los campesinos podrían incurrir en delito si
utilizan semillas patentadas por otros y que hayan llegado a su terreno
por el viento, agua o animales.
A partir de ahora, las semillas tendrán
código de barras y el derecho de apropiación se extendería no solo a la
siembra sino que al producto final, o sea los granos y demás alimentos
cultivados. Además, permite el ingreso de semillas transgénicas
(modificadas genéticamente en laboratorio) que contaminarán y
extinguirán especies nativas, como el maíz. Es momento, pues, de que los
diputados den marcha atrás a esa barrabasada que permite la
privatización de las semillas y criminalizaría a pequeños y medianos
agricultores.
fuente:Prensa libre
No hay comentarios:
Publicar un comentario