Ernesto Carmona www.argenpress.info
Como estaba previsto en las encuestas, el derechista Sebastián Piñera obtuvo la primera mayoría relativa en la elección presidencial del domingo, con el 44,05% de los votos, según el último escrutinio oficial que cubre el 99,46% de la votación nacional.
Pero este resultado fue más bajo que el 48,64% obtenido por la derecha en la primera vuelta de 2005 contra Michelle Bachelet (25,41% alcanzado por Sebastián Piñera más el 23,23% obtenido por Joaquín Lavín, perdedor sempiterno que esta vez tampoco logró ser elegido senador por Valparaíso):
La derrota principal recayó en Eduardo Frei, el abanderado de la Concertación de Partidos por la Democracia (Partido Demócrata Cristiano, PDC; Partido por la Democracia, PPD; Partido Socialista, PS; y y Partido Radical social Demócrata, PRSD), que sacó 29,6%. Este es el
resultado más pobre jamás obtenido por la Concertación.
Para el joven Marco Enríquez-Ominami se diluyó la esperanza de pasar a segunda vuelta el 17 de enero, pero obtuvo una votación de 20,13% que convierte a su grupo Nueva Mayoría para Chile en una respetable fuerza política que probablemente se convierta en partido. Mientras tanto, escucha los cantos de sirena de Frei, que cada vez exhibe un lenguaje más izquierdista para atraer electores
El 6,21 % del candidato de la izquierda Jorge Arrate, ex socialista, ex ministro y ex embajador de la Concertación, es la votación más alta obtenida por la izquierda en los últimos 20 años. El electorado del conglomerado Juntos Podemos por Más Democracia, que básicamente aglutina al Partido Comunista (PC) y la Izquierda Cristiana (IC), está comprometido con Frei para la segunda vuelta, tanto por los llamados del abanderado como por el pacto de “no exclusión” que le permitió al PC conquistar tres bancas de diputados.
En virtud del "pacto contra la exclusión" del sistema binominal acordado con la Concertación a cambio del apoyo a Frei en la segunda vuelta, el PC eligió a tres diputados, Guillermo Teillier, secretario general; Lautaro Carmona y el abogado Hugo Gutiérrez. Con este resultado, el Pacto Concertación-Juntos Podemos tendrá 57 bancas contra 58 de la derecha pinochetista (Renovación Nacional, RN, y Unión Demócrata Independiente, UDI). El PC concurrió a esta elección con dos candidatos presidenciales, Arrate para la primera vuelta y Frei para el balotaje.
El “mal menor” de la segunda vuelta
Según los resultados definitivos, en la votación presidencial se emitieron 7.221.888 sufragios, pero fueron válidos 6.937.519 (el 96,06%). Hubo 199.355 (2,76%) votos anulados, más 85.014 (1,17%) votos en blanco, que suman el 3,83%. A modo de ejemplo, esa cifra es mayor que la votación del Partido Radical en la elección de diputados (3,78% y 240.663 sufragios).
Contrastando este universo de 7.221.888 electores que votaron el domingo con el padrón de 8.285.186 inscritos hasta el 30 de septiembre de 2009, técnicamente hubo una abstención de 12,8%, con 1.063.298 electores que arriesgan una multa porque en Chile el voto es obligatorio para los inscritos (a menos que justifiquen la abstención), pero parte de esa gente podría acudir a votar en la segunda vuelta.
Por lo tanto, en el universo electoral chileno de la elección presidencial todavía existe un potencial electoral desconocido del 16,63% de votantes que voluntariamente no concurrieron a sufragar (se abstuvieron), votaron nulo o en blanco y que suman 1.347.667 de voluntades aptas para sufragar. Por lo demás, se estima que 2 millones de personas en edad de votar nunca se han inscrito.
En la segunda vuelta probablemente predomine la filosofía del “mal menor” y parte de la votación del hijo del líder del MIR Miguel Enríquez terminará trasladándose a Frei, al igual que la votación de Arrate más parte del 3,83% que anuló el voto o sufragó en blanco. Remontar el 29,6% de Frei será un hueso duro. El 6,21% de Arrate prácticamente lo tiene en el bolsillo y está esperanzado en conquistar el 20,13% de Marco Enríquez-Ominami (ME-O). Hoy hizo un gesto al nombrar jefa de su comando a Carolina Tohá, quien abandonó su cargo de ministra Secretaria General de Gobierno y vocera de La Moneda. ME-O espera más gestos, como la salida de escena de los viejos jerarcas de la cúpula de la Concertación.
Las fuerzas políticas chilenas
La votación para diputados refleja la fortaleza o debilidad de cada partido. A nivel de alianzas políticas, ese cuadro es el siguiente:
- Concertación y Juntos Podemos por más Democracia: 2.901.503, votos, 44,36% y 57 diputados (de un total de 120).
- Coalición por el Cambio (derecha): 2.841.314 sufragios, 43,44% y 58 legisladores.
- Nueva Mayoría para Chile (ME-O): 298.765, 4,56% y ningún diputado.
- Chile Limpio Vote Feliz (ecologistas): 353.325, 5,40% y 3 parlamentarios.
- Independientes (Fuera de Pacto): 144.663, 2,21%, y 2 diputados.
El sistema binominal de elecciones permite sacar más diputados con menos votos. También permite que pierdan candidatos que sacaron más votos, como el caso de Álvaro Escobar (ME-O) que fue “derrotado” por José Auth, presidente del PPD. Al renovarse sólo la mitad del Senado, la Concertación mantuvo allí su mayoría, con 19 miembros, frente a 16 de la derecha. Siguen los independientes cuyas circunscripciones no se renovaron: Carlos Bianchi, que suele votar con la derecha; Carlos Cantero, ex RN, y Alejandro Navarro, ex PS.
Los dos partidos derechistas, UDI y RN, quedaron como los más fuertes del país, según los resultados de la elección de diputados:
Postularon candidatos muchos otros partidos, como el Humanista, que no lograron elegir representantes en virtud del sistema binominal, que favorece a los dos grandes bloques. Muchos candidatos se perdieron, pese a haber sacado más votos que los que ganaron, como es el caso de Álvaro Escobar, mano derecha de ME-O, y muchos otros.
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