Nos cuesta internalizar la idea de estado
continental de los libertadores
Miguel Ángel Barrios, autor de Hugo Chávez: pensamiento histórico y geopolítico, accedió a entrevistarse con Miradas al Sur
para hablar de su nuevo libro, de Venezuela y la geopolítica de la
Patria Grande. Después de un mes en las tierras de Bolívar y de una
exitosa publicación de la obra que analiza y desmenuza en su enorme
complejidad el pensamiento de Chávez, su breve paso por Buenos
Aires le
permite un respiro para conversar sobre la actual situación
Latinoamericana. En
Venezuela, el General Mayor Jacinto Pérez Arcay de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias es contundente, según Miguel Barrios. Asegura que de los
2.500 libros escritos hasta el momento sobre la figura del Comandante,
2.470 poseen un sesgo negativo hacia su persona y su legado histórico.
–En
este contexto, cómo visualizas este aporte que tú haces a la visión de
Hugo Chávez, pensando en la cuestión geopolítica particularmente, y
pregunto también al mismo tiempo, ¿puede haber un aporte original al
pensamiento del chavismo y de Hugo Chávez como figura política y
movimiento nacional popular?
–Lo que
para mí tiene de original el libro es que es una compilación de
discursos de Chávez con un estudio preliminar de Pérez Arcay. Pérez
Arcay fue profesor de Chávez y ese estudio, con un prólogo de él, pero
que en realidad es un estudio introductor y luego un estudio preliminar
mío y la selección de texto que yo hice fue para entroncar a Chávez en
la línea del latinoamericanismo. Yo vi mucha biografía sobre Chávez que
se lo entronca con el socialismo, pero esto es una parte de Chávez, pero
no Chávez como una totalidad.
Por decirte la biografía de Chávez de las
conversaciones con Ramonet, hay como una línea, yo considero que la
biografía de Modesto Guerrero es interesante, pero no es un estudio
sobre el pensamiento de Chávez. Así, este libro, desde el punto de vista
del pensamiento de Chávez, me parece un aporte original porque
sintetiza su pensamiento desde una perspectiva Latinoamericana en el
sistema mundo del siglo XXI.
Uno
podría pensar que el pensamiento de Hugo Chávez es autoformado,
autocreado, autogenerado a través de su propia experiencia vital, es la
que creó este marco geopolítico digamos, me refiero a que él creciendo
en su propia tierra, en su propia realidad fue visualizando los
problemas hacia los cuales, él se encaminaba en la medida en que iba
entroncando su propio designio hacia el movimiento histórico.
Pienso
que la microhistoria se junta con la macrohistoria, es decir, por
supuesto que en él tiene mucho que ver su formación en la academia
militar y su encuentro con Pérez Arcay, pero no olvidemos que yo insisto
mucho en esto, porque lo dice el propio Chávez, “el general Arcay me
produjo un segundo nacimiento y porque nace mi conciencia”, dice él.
Ahora bien, Arcay implica un líder, el general Arcay, pero esa
microhistoria hubiera sido imposible sin la macrohistoria, a la cual yo
me refiero, al Caracazo, y porque el Caracazo está íntimamente ligado al
4 de febrero de 1992, entonces siempre me parece, cuando estamos
hablado de líderes que son, que trasciende a su tiempo histórico, la
microhistoria se junta con la macrohistoria; como Perón con el 17 de
octubre, uno se pregunta si Perón hizo el 17 de octubre o el 17 de
octubre hizo a Perón.
–Siguiendo con los personajes digamos, las personalidades. ¿Podrías describir brevemente quién era este maestro de Hugo Chávez?
–El
maestro de Chávez vive, tiene 84 años. Es el Mayor General Jacinto Pérez
Arcay y ha escrito esta gran cantidad de obras, pero dos fundamentales
para la formación de Chávez, que lo dice Chávez, que eran sus libros de
cabecera. El Fuego Sagrado, una biografía de Bolívar, y una
biografía de Ezequiel Zamora, que era un caudillo, que luchaba por
hombres y tierras libres, por la reforma social y agraria.
–¿Libros escritos en el contexto de los años ’70?
–Pérez
Arcay fue profesor de Chávez en la Academia, donde Chávez estuvo desde
el año ’71 hasta el ’75. Donde se recibe de licenciado en Ciencia y Arte
Militar y la academia se transformó en universidad, en un plan que se
llamó Plan Andrés Bello. Hay un dato muy interesante en esta
microhistoria. Chávez, en una conferencia que da un general sobre
Bolívar, siendo cadete le señala equivocaciones históricas, y entonces
el general lo castiga con una sanción disciplinaria que casi llegaba a
la expulsión. El General de la Academia quiere que se lo condene por
disciplina y el general Arcay dirime a favor del cadete Chávez porque la
verdad histórica la tenía él, corrigiendo bien al general.
–Yendo
nuevamente a la macrohistoria y pensando en el actual marco geopolítico
tanto de Suramérica como en el cambio de época en que estamos inmersos,
la situación venezolana parece medianamente estabilizada. Si pensamos
en que hay dos años sin elecciones, lo que puede llevar a una cierta
estabilidad, ¿es plausible la consolidación de un nuevo referente con
Nicolás Maduro?
–Absolutamente,
es un escenario en el cual tenemos todo a favor. Ahora, tenemos que
entender que el escenario de las guarimbas, es un escenario que no es
contra Venezuela, en mi opinión, sino que es un campo de laboratorio que
están haciendo los Estados Unidos, en base a la estrategia del golpe
suave de Gene Sharp [Albert Einstein Institution] de una Siria
latinoamericana en Venezuela para expandirse a la América del Sur.
–Varios
autores han recalcado esta coincidencia entre el recrudecimiento de la
violencia en Venezuela, el recrudecimiento en Siria y la cuestión de
Ucrania al mismo tiempo.
–Totalmente,
o sea que no es un problema venezolano. Es un problema que Estados
Unidos necesita en función de su cambio de estrategia de concentrase en
el foco Asia Pacífico, porque su hipótesis lo dice con nombre y
apellido, su principal hipótesis se llama China, entonces necesitan
tener tranquilo el patio trasero. John Kerry dijo que el patio trasero
debe volver refiriéndose hacia la doctrina Monroe.
Y la cuestión de
Ucrania, en el fondo, es que ellos quieren desestabilizar porque de
alguna manera Ucrania, o sea, Crimea y la flota rusa en el Mar Negro,
implica de alguna manera no ser Rusia, quitar el Talón de Aquiles a
Rusia, lo que ellos no esperaban era la reacción estratégica y proactiva
de Putin, que ha demostrado ser un estratega de primerísimo orden
mundial.
–En
ese sentido, muchos se preguntan, ¿qué pasa con Unasur, qué pasa con
Mercosur ante todo este panorama de complejidad y constante movimiento?
–Bueno,
yo pienso que Unasur extraña las ausencias un poco. Ahí hay una cuestión
sentimental que unía a Néstor Kirchner, Lula y el Comandante que le
daban una velocidad. De todas maneras hay que registrar dos cuestiones:
América latina y Caribeña le propinó una derrota en la OEA a Estados
Unidos, ése es un dato que nadie lo ha dicho, o sea, se pasó tácito
cuando no le permitieron a Corina Machado hablar en el asiento del
Embajador de Panamá, o sea, que en la propia OEA sufrió una derrota y
luego la cuestión de Unasur, también en general hubo un arbitraje y no
una intervención directa de la OEA ante el problema de las guarimbas.
–Desde acá se visualiza una división en la oposición venezolana.
–El dato
objetivo es que la oposición no se pone de acuerdo y el chavismo quiere
que de esto se entere el mundo entero, porque usted sabe: han quemado 15
universidades, edificios gubernamentales y hay alrededor de más de 15 a
20 asesinatos de guardias nacionales. Entonces es muy importante lo que
Maduro acaba de crear, esto es, un Ministerio de Comunicaciones
Internacionales, porque hoy la opinión pública internacional es un actor
de las relaciones internacionales, entonces el sistema de
comunicaciones del imperio o su centro de poder mundial han creado las
más grande cadena de desinformación mundial, inclusive más que en Siria,
alrededor del Comandante de la Patria, Hugo Chávez. Y no por casualidad,
sino por la derrota que se propino en Mar del Plata al ALCA.
–Sin
embargo, la estrategia es siempre integral, la estrategia
contrarrevolucionaria va por un lado por la violencia y por otro lado
busca también los caminos electorales.
–Por
supuesto, siempre van generando todos los mecanismos, pero en Venezuela
la última derrota electoral fue tan grande que un millón y medio de
votos, cuando ellos creían que ganaban, que hace que se radicalicen y
busquen el terrorismo urbano. El terrorismo urbano que surgió está
ligado a la derrota de diciembre.
–¿Qué espera Venezuela y el chavismo de Argentina?
–La
Argentina es un país muy admirado por Chávez, por el chavismo y en
especial hay una gran afinidad y amistad política y de simpatía hacia la
figuras de Néstor Kirchner y de Cristina Kirchner, porque saben de la
amistad pública que existía entre ambos.
–¿Cuál es el rol de Diosdado Cabello en este momento en Venezuela?
–Bueno,
Cabello es un aliado fundamental y una figura política importantísima en
Venezuela, es presidente de la Legislatura y un dirigente que en ningún
momento ha demostrado, como se pretende desde algún sector de esta
campaña desinformativa de que forma parte de un ala militar anti Maduro o
de que forma sectores de corrupción que erosionan al Estado venezolano,
etc., etc., sino al contrario, se ha mostrado en todo momento aliado a
Maduro y en una alianza estratégica permanente como jefe del chavismo en
el parlamento.
–Desde
el punto de vista geopolítico, para volver un poco a esta dimensión,
Brasil y Argentina para la integración latinoamericana partiendo por
Sudamérica, son algo así como Francia y Alemania para la integración de
la Unión Europea. ¿Cómo visualizan eso los venezolanos?, ¿Cómo
visualizan el actual proceso integrado entre Brasil y Argentina?
–Bueno,
yo ahí te voy a desdoblar la pregunta: en la época de Perón todavía se
llamaba el ABC (Argentina, Brasil y Chile) y diríamos el polo era
Argentina y Brasil, pero hoy me parece que el ABV, o sea, Argentina y
Venezuela como países del polo hispánicos de la nación latinoamericana y
Brasil por el lusitano por la misma raíz cultural ibérica, y desde ese
punto de vista me parece que la Argentina tiene fuerza en la medida que
tenga fuerza Venezuela ante Brasil, achica diríamos, la diferencia. El
problema radica en cierta distancia cultural: por un lado, les cuesta a
los latinoamericanos del cono sur ver a Venezuela.
No fue sino hasta que
Chávez nos mostró a Venezuela en su vitalidad y a Bolívar en su
actualidad que pudimos percibir de verdad lo que era esta tierra. Y por
el otro lado, a los venezolanos les cuesta ver el cono sur del
continente. Perciben con claridad hasta Bolivia, lo que crea una cierta
lejanía que no es real.
Con esto estamos hablando también de cuestiones
geopolíticas reales, como el déficit en infraestructura, en el problema
del ensamblaje en las comunicaciones y en la falta de políticas
culturales en la integración regional. Lo mismo nos pasa a nosotros, en
el polo hispano, con Brasil. Pero Hugo Chávez vio a Argentina y Brasil
en la necesidad de la integración, pues era un adelantado de su tiempo.
Es como que el discurso del Comandante y la acción del Comandante no se
ha traducido en un mapa territorial, que es la Patria Grande.
–¿Qué medidas concretas están faltando en la dirección de la integración cultural?
–Homologación
de títulos universitarios en forma directa, intercambio estudiantiles,
becas comunes, cátedras comunes. Cómo puede ser que en una carrera, por
ejemplo, de relaciones internacionales no exista relacionales
internacionales de América latina, como puede ser que en una escuela de
defensa no exista geopolítica Sudamericana cuando estamos hablando del
proceso sudamericano de defensa, no conocemos el mapa, cómo puede ser
que en las carreras de Ciencia Política, de Historia, no haya historia
de la integración latinoamericana. Seguimos viendo a los mapas en forma
de territorialidades y por eso nos cuesta internalizar la idea de estado
continental de los libertadores de Chávez, de Perón, de Bolívar. Por
eso es muy importante la participación de la sociedad civil y las
organizaciones tipo ONG y de ámbito de estudios estratégicos como es el
Iadeg, hay que empujar, no hay que esperar todo del sistema educativo.
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