Luis Britto Garcìa
Oposicionismo
Terminó en parto de los montes
la “Toma de Caracas” del 1 de
septiembre. No pasó de incidentes en Táchira y Aragua, uno que otro automóvil quemado,
dirigentes detenidos con quincalla dinamitera y una convocatoria no mayor de
30.000 manifestantes según el cálculo de José Vicente Rangel, frente al millón
de bolivarianos que plenó la avenida Bolívar. La dirigencia política opositora
no es la principal amenaza para el futuro de Venezuela.
Paramilitarismo
Fueron detenidos no lejos de
Miraflores 96 paramilitares. Hace más de una década denuncio esta infiltración
silenciosa, que asesina dirigentes campesinos, sindicales y legislativos, cobra
vacuna y peaje, compra fundos y amparos judiciales para sus casinos, regenta el
contrabando de extracción, urde magnicidios y olas terroristas. En Estados
Unidos, las mafias del contrabando de licor no se eliminaron a tiempo; el mafioso
Joe Kennedy llegó a embajador en Gran Bretaña y su hijo John Fitzgerald a
Presidente. Por falta de erradicación temprana comenzamos a tener
parapolítica y quizá paracapitalismo. Los paramilitares son la
Quinta Columna de la venidera invasión.
Lumpencapitalismo
El bachaquero, bien sea alto,
que importa con dólares preferenciales y desaparece lo importado, medio, que lo reparte entre acaparadores, o artesanal,
que monopoliza la cola, es el grado más bajo del capitalismo: empresariado sin empresas,
economía sin producción, industria sin empleos, superbeneficios sin inversión. Podría
regresar el barril de petróleo a 140 dólares; podrán todos los barcos del mundo
descargar bienes de consumo en nuestros puertos: si no se erradica este tapón
de intermediarios entre el consumidor y los
bienes cuya importación financia el
Estado con dólares preferenciales, seguirán
el acaparamiento, los sobreprecios y el desabastecimiento destruyendo
ciudadanos, votos y proyecto político. Preguntémonos a cuenta de qué habrían
sus practicantes de abandonar una actividad que no requiere educación ni
títulos; no exige aplicar capitales ni
trabajo, rinde beneficios superiores a los del comercio de estupefacientes y no
es sancionada por las autoridades.
Connivencia
No lo digo yo: lo dice la
lógica. Magnitudes mil millonarias destinadas a importar bienes básicos no son otorgadas
a empresas de maletín, importaciones fantasmas y mafias monopólicas sin algún
grado de connivencia. Un 40% de todo lo que el país importa o produce no se
desvanece por las fronteras sin un grado de distracción sospechoso. Un enemigo
interno favorece ambas industrias, las venas abiertas por las cuales se
desangran Venezuela y el bolivarianismo.
Latrocinios que reportan ganancias superiores a las del narcotráfico no se
neutralizan con trapitos calientes. Para sobrevivir es preciso primero limpiar
la casa.http://luisbrittogarcia.blogspot.com/
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