Andy WarholLas impertinencias de CNN:acoso mediático contra los gobiernos no-derechistas
Miguel Ángel Sandoval
Uno de los aspectos en los que el actual gobierno es débil es el mediático. El mayor ejemplo es el de la entrevista en CNN donde Álvaro Colom permitió que la cadena y su entrevistadora hicieran gato y zapato con el presidente. Creo que es la primer vez que coincido con el columnista conservador Jorge Palmieri, cuando dice, “Sin embargo, en ellas se puede apreciar el tono irrespetuoso e impertinente en el que dicha entrevista se desarrolló y la falta de carácter del presidente Álvaro Colom al no haberla puesto en su lugar”.
Ya son varios los presidentes electos o en funciones que dan cátedra de manejo de los medios y de la agenda informativa de éstos. Hugo Chávez simplemente dijo, Patricia, estas mintiendo. Mauricio Funes de El Salvador, le dijo a Jorge Ramos de Univision, ignorante. Y creo que esa debe ser la actitud de los líderes políticos ante los abusos de cadenas de sello norteamericano.
Mas allá de ello se puede identificar una agenda mediática que no es ni libre ni democrática. Al respecto se trata de inflar a toda costa algunas demostraciones de calle de los “pirruris” como algún comentarista a dado en llamar a la manifestaciones de gente de la universidad neoliberal Francisco Marroquín que en el centro de la ciudad parecen perdidos y caminan en grupo, y cuidados por sus guardaespaldas. Hacen turismo social en la ciudad de Guatemala.
En el caso actual, se quiere por todos los medios dejar sentado que hay una profunda crisis, y que la única salida es la de Álvaro de la presidencia. Así, como no. Me parece que es algo que debería quedar claro en la agenda informativa y en los cálculos que se hacen de manera alegre y festinada por los opositores del gobierno, incluida en esto a la Sociedad Interamericana de Prensa, que por cierto no se da cuenta que las opiniones diferentes no tienen lugar en los medios de mas circulación en el país.
Otro tanto es el conjunto de declaraciones del general Otto Pérez, quien en su locura por ser electo presidente, no le importa pasar por encima de las instituciones políticas y a diestra y siniestra convoca al derrocamiento del gobierno legítimo de Álvaro Colom. Parece que no se ha dado cuenta que esta puliendo su propia estaca.
Pero lo mas grave es que en la agenda informativa “formal” datos como que el repartidor de los videos, fue jefe de la unidad represiva mas deleznable de los últimos años que conocida como la oficinita, generó desinformación a granel en el caso del monseñor Gerardi, y muchos otros mas. Es de ese tamaño la estatura moral de los “testigos imparciales” del asesinato de Rodrigo Rosemberg.
Por estas razones y otras que irán apareciendo de manera puntual a lo largo de este proceso político, me parece que es hora que los demócratas y los progresistas, hombres y mujeres, debemos cerrar filas para soportar este proceso democrático a pesar de los ataques que tienen sin duda, origen en la derecha y el empresariado retrogrado. Quien no lo quiera ver que no lo vea. Quien no lo quiera escuchar, que no lo escuche, pero estamos en un momento de definiciones democráticas. No a la derecha. Punto.
Uno de los aspectos en los que el actual gobierno es débil es el mediático. El mayor ejemplo es el de la entrevista en CNN donde Álvaro Colom permitió que la cadena y su entrevistadora hicieran gato y zapato con el presidente. Creo que es la primer vez que coincido con el columnista conservador Jorge Palmieri, cuando dice, “Sin embargo, en ellas se puede apreciar el tono irrespetuoso e impertinente en el que dicha entrevista se desarrolló y la falta de carácter del presidente Álvaro Colom al no haberla puesto en su lugar”.
Ya son varios los presidentes electos o en funciones que dan cátedra de manejo de los medios y de la agenda informativa de éstos. Hugo Chávez simplemente dijo, Patricia, estas mintiendo. Mauricio Funes de El Salvador, le dijo a Jorge Ramos de Univision, ignorante. Y creo que esa debe ser la actitud de los líderes políticos ante los abusos de cadenas de sello norteamericano.
Mas allá de ello se puede identificar una agenda mediática que no es ni libre ni democrática. Al respecto se trata de inflar a toda costa algunas demostraciones de calle de los “pirruris” como algún comentarista a dado en llamar a la manifestaciones de gente de la universidad neoliberal Francisco Marroquín que en el centro de la ciudad parecen perdidos y caminan en grupo, y cuidados por sus guardaespaldas. Hacen turismo social en la ciudad de Guatemala.
En el caso actual, se quiere por todos los medios dejar sentado que hay una profunda crisis, y que la única salida es la de Álvaro de la presidencia. Así, como no. Me parece que es algo que debería quedar claro en la agenda informativa y en los cálculos que se hacen de manera alegre y festinada por los opositores del gobierno, incluida en esto a la Sociedad Interamericana de Prensa, que por cierto no se da cuenta que las opiniones diferentes no tienen lugar en los medios de mas circulación en el país.
Otro tanto es el conjunto de declaraciones del general Otto Pérez, quien en su locura por ser electo presidente, no le importa pasar por encima de las instituciones políticas y a diestra y siniestra convoca al derrocamiento del gobierno legítimo de Álvaro Colom. Parece que no se ha dado cuenta que esta puliendo su propia estaca.
Pero lo mas grave es que en la agenda informativa “formal” datos como que el repartidor de los videos, fue jefe de la unidad represiva mas deleznable de los últimos años que conocida como la oficinita, generó desinformación a granel en el caso del monseñor Gerardi, y muchos otros mas. Es de ese tamaño la estatura moral de los “testigos imparciales” del asesinato de Rodrigo Rosemberg.
Por estas razones y otras que irán apareciendo de manera puntual a lo largo de este proceso político, me parece que es hora que los demócratas y los progresistas, hombres y mujeres, debemos cerrar filas para soportar este proceso democrático a pesar de los ataques que tienen sin duda, origen en la derecha y el empresariado retrogrado. Quien no lo quiera ver que no lo vea. Quien no lo quiera escuchar, que no lo escuche, pero estamos en un momento de definiciones democráticas. No a la derecha. Punto.
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