Revivir la investigación del asesinato de Luis Carlos Galán ha sido la última “jugada maestra” del actual Maquiavelo que dirige esta “hacienda gringa” que se llama Colombia.
Se utiliza al Procurador Ordoñez y al Fiscal de repuesto Guillermo Mendoza Diago - quien ya se había deslindado del saliente Iguarán - para ejecutar la movida. El procurador pide la condena del perpetrador Alberto Santofimio Botero, aliado del cartel de Medellín.
El fiscal acusa y captura al general Maza Márquez, supuesto aliado del cartel de Cali y jefe del DAS en la administración del presidente Virgilio Barco (1986-90), y a la vez, define ese magnicidio como un delito de lesa humanidad. Tacada a tres bandas calculada para obtener una posición inmejorable.
Uribe le apunta a varios objetivos:
- Trata de demostrar que la corrupción y criminalidad se habían apoderado del DAS desde hace más de 20 años y que su gobierno heredó esa situación. Su objetivo inmediato es uno de sus principales enemigos: Ramiro Vejarano, director del DAS en el gobierno de Ernesto Samper y actual abogado del Magistrado de la Corte Suprema de Justicia Dr. César Julio Valencia, enfrascado en un pleito jurídico que le ha traído fuertes dolores de cabeza al actual presidente Uribe. [1] Quieren ablandarlo o callarlo definitivamente.
- Trata de demostrar que la corrupción y criminalidad se habían apoderado del DAS desde hace más de 20 años y que su gobierno heredó esa situación. Su objetivo inmediato es uno de sus principales enemigos: Ramiro Vejarano, director del DAS en el gobierno de Ernesto Samper y actual abogado del Magistrado de la Corte Suprema de Justicia Dr. César Julio Valencia, enfrascado en un pleito jurídico que le ha traído fuertes dolores de cabeza al actual presidente Uribe. [1] Quieren ablandarlo o callarlo definitivamente.
- Pone a pelear – colocándolos en el mismo terreno – a las dos cabezas de los sectores políticos que se enfrentaron en el período anterior de la política colombiana (César Gaviria y Ernesto Samper). De esa manera deslegitima ante los ojos del pueblo a quienes se oponen a su reelección por cuanto aparece como el verdadero enemigo de las mafias, haciendo ver a quienes lo antecedieron – no sólo como débiles frente a la guerrilla – sino como cómplices de los cárteles de la droga.
- Cínicamente intenta apropiarse del legado de Luis Carlos Galán. Se presenta como el único gobernante que ha enfrentado de verdad a los narcotraficantes. Trata de limpiar su imagen a nivel internacional para presentarse como la mejor carta para continuar con la política anti-drogas en que se empeña – falsamente - el gobierno de los EE.UU.
Se está re-fortalecimiento el Plan Colombia y el Plan Mérida, lo cual le sirve de argumento en la conferencia de presidentes de UNASUR que se realizará el próximo 28 de agosto en San Carlos de Bariloche, Argentina. El “acuerdo de cooperación” – llámense bases militares – tiene esa supuesta justificación.
- Al obligar a César Gaviria a defenderse y a ripostar, posiciona como jefe de la oposición a quien fue el principal impulsor de las políticas neoliberales en Colombia (apertura económica, privatizaciones, ley 100 de salud, etc.), colocando en calzas prietas a quienes se alíen con el partido liberal desde las posiciones de izquierda. Pero también debilita la posición de Germán Vargas Lleras, quien se declara como el principal continuador de las ideas de Galán y a la vez seguidor de las políticas de Uribe, y quien acaba de aceptar una posible consulta interpartidista con ese partido.
Es indudable que Uribe – y sus actuales aliados y áulicos -, conocen al detalle tanto las intimidades de los cárteles de la droga como la vida privada de las cúpulas políticas de los gobiernos anteriores. Allí se amamantaron, son sus herederos más avezados.
Es indudable que Uribe – y sus actuales aliados y áulicos -, conocen al detalle tanto las intimidades de los cárteles de la droga como la vida privada de las cúpulas políticas de los gobiernos anteriores. Allí se amamantaron, son sus herederos más avezados.
Los grupos económicos que los apoyaron son los mismos que hoy están con Uribe y lo utilizan para recomponer sus inversiones ante las nuevas realidades globales (Sarmiento Angulo, Ardila Lulle, Santodomingo, y grupos económicos emergentes). Cuenta también con el apoyo de todas las agencias del gobierno norteamericano (Embajada, CIA, DEA, etc.). Y, además, los sectores más descompuestos de esos gobiernos son los que hoy encabezan los partidos uribistas.
La herencia inmoral del fallecido expresidente Alfonso López Michelsen (1974-78) es lo que actualmente explosiona dentro del Estado y la sociedad colombiana. 30 años de contubernio de la oligarquía colombiana con el narcotráfico no pasan en vano.
Todos los que ayudaron a matar a Luis Carlos Galán, los que ordenaron su muerte o miraron para otro lado - como lo ha demostrado la historia -, hoy se rasgan las vestiduras, se acusan entre sí, se traicionan y aparentan dignidad. Por supuesto, el resultado final es su humillante debilidad ante quien maneja los hilos: el “amo” imperialista del norte.
Desde la perspectiva de la Izquierda, la situación es paradójica y muy difícil. Los que fueron aliados de César Gaviria y participaron en su gobierno, pareciera que no han evaluado a fondo esa experiencia. Y, los que son aliados y/o cercanos a Samper Pizano, que fueron los que orquestaron el reciente acuerdo para votar por el procurador Ordoñez, hoy empiezan a “comer de su propio cocinado”. La “izquierda tradicional” trata de pasar de agache ante tamaño despelote de inmoralidad, criminalidad y desfachatez. ¡Es hora de reaccionar!
[1] Ver: “Si el presidente quiere conciliar que desista de la denuncia”. http://www.wradio.com.co/nota.aspx?id=825398
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