Conferencia del Ministro de la Defensa de Brasil, Celso
Amorim, en el Ministerio de Defensa de Argentina Buenos Aires, 13 de
septiembre de 2013
".....de acuerdo con recientes revelaciones, América del Sur aparece como
una región sujeta a operaciones de espionaje masivo. Tenemos que
reflexionar sobre cómo cooperar para hacer frente a estas nuevas formas
de ataque e intrusión a nuestra soberanía. Contamos con un nuevo mandato
de los Presidentes: la Declaración de Paramaribo establece que, junto
con el COSIPLAN, los países de los CDS deben profundizar “sus proyectos
respectivos en materia de defensa cibernética y la
interconexión de sus
redes de fibra óptica en nuestros países con el fin de hacer más seguras
nuestras telecomunicaciones, promover el desarrollo de la tecnología
regional y la inclusión digital”. Debemos hacer esfuerzos para promover
proyectos conjuntos en la defensa cibernética.
Pero es necesario que también nos preguntemos acerca de las causas de
ese gran interés en esos datos de nuestra realidad. El tema de las
interceptaciones digitales apunta a un tema de vital importancia: la
cuestión de la protección de los recursos naturales. En una región con
un inmenso patrimonio natural como es América del Sur, la defensa contra
ese tipo de monitoreo es una parte indispensable del ejercicio de la
soberanía nacional y de la gestión económica. El CDS debe profundizar el
debate sobre el tema de la protección de los recursos naturales.
La competencia por estos recursos puede llegar a afectar a los países
de América del Sur, tanto en forma de incursiones directas cuanto como
los efectos colaterales de los conflictos entre terceros. Expertos de
diferentes fuentes han destacado el enorme aumento de la demanda de
alimentos, agua y energía en las próximas dos décadas y, al mismo
tiempo, el potencial de conflicto.
Dice Michael Klare, un experto en el área, ” la economía mundial hoy
en día no puede crecer y prosperar sin una oferta creciente de numerosos
recursos crítico, pero la adquisición de esos materiales representa una
amenaza creciente para la seguridad y la estabilidad de la sociedad
humana y (…
una vez que el acceso a una amplia gama de recursos naturales es
esencial para la preservación de la vitalidad económica, todas las
naciones tienen un fuerte interés en la lucha por el control de las
fuentes de suministro que quedan”. Si recordamos los debates de las
últimas décadas, por lo menos tres tipos de crisis ya son visibles en
los noticieros: una crisis alimentaria, una crisis ambiental y una
crisis energética. De hecho, América del Sur es una potencia en estas
tres áreas.
Representa el 12 % de la superficie terrestre, en la que tiene el 25%
del total de la tierra donde se cultivan los alimentos; el 25% del agua
dulce del mundo; el 40% de la biodiversidad del planeta; reservas de
más de 120 millones de barriles de petróleo; y enormes reservas de
recursos minerales. El Consejo de Defensa Suramericano tiene la tarea de
evaluar las amenazas a la soberanía de los países de la región a la luz
de la valoración de estos activos a nivel global. Eso incluye las
amenazas que provienen del uso distorsivo de las nuevas tecnologías
digitales.
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