El Gobierno colombiano extraditó la madrugada de este martes a Estados Unidos, por narcotráfico y lavado de archivos, a 14 cabecillas de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC, ultraderecha), a pesar que estos paramilitares debían responder ante la justicia del país neogranadino por más de 200 masacres y 49 desapariciones forzosas.
Los paramilitares, que según el ministro de Interior y Justicia colombiano, Carlos Holguín, "ya están volando" hacia Estados Unidos, fueron recibidos en el aeropuerto El Dorado, cercano a Bogotá, por agentes de la Dirección Estadounidense Antidrogas (DEA).
Entre los paramilitares extraditados, quienes estaban presos en diversas cárceles del país, se encuentran Salvatore Mancuso, Diego Fernando Murillo (alias "Don Berna"), Francisco Javier Zuluaga (alias "Gordolindo") y Rodrigo Tovar Pupo (alias "Jorge 40").
Las AUC son amparadas por la Ley de Justicia y Paz, la cual establece la supuesta desmovilización y desarme de este grupo, cuyos miembros debían colaborar con la justicia, reparar a las miles de víctimas y no volver a delinquir, a cambio de penas maxima de ocho años.
A este grupo armado ilegal también se le ha vinculado con más de 60 congresistas del partido de Uribe, que llegaron al poder u obtuvieron grandes extensiones de tierra gracias a la ayuda de las AUC, en lo que se conoce como el "escándalo de la parapolítica", que tiene sumido al Congreso en una profunda crisis institucional.
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