Encontrados archivos que abarcan más de un siglo de actividades de la policía nacional, suman unos 80 millones de documentos o folios, de los cuales hay apenas 7.5 millones digitalizados
Miguel Ángel Sandoval
El 24 de marzo de 2009 se presentó en un hotel de la capital guatemalteca un primer informe del contenido de los archivos de la Policía Nacional que por azar fueron encontrados no hace muchos años y que desde entonces pasó por la custodia de organizaciones sociales y finalmente por una estructura adhoc, que funciona bajo el alero de la Procuraduría de Derechos Humanos -PDH.
El 24 de marzo de 2009 se presentó en un hotel de la capital guatemalteca un primer informe del contenido de los archivos de la Policía Nacional que por azar fueron encontrados no hace muchos años y que desde entonces pasó por la custodia de organizaciones sociales y finalmente por una estructura adhoc, que funciona bajo el alero de la Procuraduría de Derechos Humanos -PDH.
Sólo habría que subrayar que a pesar de dudas, presiones y de intentos por convertir estos archivos en acervo para fundaciones privadas, particularmente por el gobierno anterior y sus operadores políticos, finalmente el PDH, consideró dar su apoyo al trabajo de recuperación de la memoria histórica que se encuentra dispersa en los archivos de la policía.
Los archivos encontrados que abarcan más de un siglo de actividades de la policía nacional, suman unos 80 millones de documentos o folios, de los cuales hay apenas 7.5 millones digitalizados y puestos al servicio de la investigación que el periodo escogido demanda.
Los archivos encontrados que abarcan más de un siglo de actividades de la policía nacional, suman unos 80 millones de documentos o folios, de los cuales hay apenas 7.5 millones digitalizados y puestos al servicio de la investigación que el periodo escogido demanda.
Se estableció como ruta a seguir, que entre la década de 1975 y 1985 se habían producido la mayoría de atropellos en contra de la población civil por las fuerzas del ejército y las policías. Y lo que revela el archivo de la policía que éste 24 de marzo tuvo una presentación pública, formal, oficial, es que efectivamente, la policía fue un engranaje de la represión, como lo confirman 7.5 millones de documentos.
A la fecha se han presentado dos casos de los datos encontrados. Uno incluye la captura de dos responsables del secuestro y desaparición del sindicalista y líder universitario Fernando García en el año de 1983. Otro, las pruebas categóricas que inculpan a la policía en el asesinato en 1978 del líder socialdemócrata Manuel Colom Argueta, tío del actual presidente.
No hay crimen perfecto como se estila decir desde siempre y en el caso actual, sabemos que hay muchos implicados en la ola de terror que asoló a nuestro país durante los años más cruentos del conflicto armado que finalizó con la firma de la paz en 1996. La presentación del primer informe sobre los archivos de la policía, dio lugar a una renovada exigencia de justicia pues de acuerdo con la multitud que abarrotó el hotel capitalino, no basta con pedir perdón por los crímenes, sino que urge justicia.
El tema es mundial, la exigencia de justicia se produce en todos los países que conocieron guerras sucias o menos sucias, pero en donde se violaron de manera sistemática los derechos humanos. Ese es el sentido de los esfuerzos que se han hecho de manera reciente en España, es el trabajo que se desarrolla desde Chile o Argentina, en la búsqueda de los desaparecidos. Por ello, el evento de este 24 de marzo en Guatemala, lo único que hace es abrir un poco más la puerta a la justicia y sentar las bases para el combate de la impunidad con datos, cifras, pruebas, documentos.
A la fecha se han presentado dos casos de los datos encontrados. Uno incluye la captura de dos responsables del secuestro y desaparición del sindicalista y líder universitario Fernando García en el año de 1983. Otro, las pruebas categóricas que inculpan a la policía en el asesinato en 1978 del líder socialdemócrata Manuel Colom Argueta, tío del actual presidente.
No hay crimen perfecto como se estila decir desde siempre y en el caso actual, sabemos que hay muchos implicados en la ola de terror que asoló a nuestro país durante los años más cruentos del conflicto armado que finalizó con la firma de la paz en 1996. La presentación del primer informe sobre los archivos de la policía, dio lugar a una renovada exigencia de justicia pues de acuerdo con la multitud que abarrotó el hotel capitalino, no basta con pedir perdón por los crímenes, sino que urge justicia.
El tema es mundial, la exigencia de justicia se produce en todos los países que conocieron guerras sucias o menos sucias, pero en donde se violaron de manera sistemática los derechos humanos. Ese es el sentido de los esfuerzos que se han hecho de manera reciente en España, es el trabajo que se desarrolla desde Chile o Argentina, en la búsqueda de los desaparecidos. Por ello, el evento de este 24 de marzo en Guatemala, lo único que hace es abrir un poco más la puerta a la justicia y sentar las bases para el combate de la impunidad con datos, cifras, pruebas, documentos.
El desafío que plantea el primer informe de los archivos es para el sistema de justicia en el país, que tiene varios juicios pendientes, miles de denuncias y ahora tendrá pruebas concretas de las matanzas. Es tiempo de justicia.
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