"Los que dicen que los Estados Unidos no han intervenido lo suficiente en Honduras, son los mismos que dicen que siempre estamos interviniendo y que los estadunidenses se tienen que salir de América Latina, y no se pueden tener las dos cosas", aseguró. Bravo!
El problema de Obama es que su palabra está disociada de su actuación o -si se prefiere- que hay sectores institucionales que él no controla, entre ellos el Pentagono y el Departamento de estado. Esta realidad está emergiendo con siempre mas claridad, y declaraciones infelices como esta, suenan como una cínica burla a los latinoamericanos que han padecido las incontables intromisiones del País que el "dirige".
Tal vez, Obama quería ser irónico, pero el prontuario histórico de su País nos dice que siempre ha sido "intervencionista-golpista" contra las naciones que seguían una ruta nacionalista o reformista. Y ha sido siempre "neutralista" con todos los tiranos y genocidas que ellos colocaron al mando de naciones que querían someter y exploliar.
¿Quién no recuerda el benevolente silencio de la Casa Blanca -largo dos décadas- sobre Pinochet? El formalismo "neutralista" de Obama con el TeguciGolpe es muy parecido. Con estos recursos retóricos baratos y cínicos, Estados Unidos ha siempre disfrazado su conexion con las elites y el autoritarismo. A un gobierno soberano y popular, Washington prefiere -ayer y hoy- régimenes de facto.
Obama, para quitarnos cualquier duda, ha rematado de esta forma: "..los críticos piensan que deberíamos actuar de una manera que en cualquier otro contexto les pareció mal, entonces creo que eso indica que quizá hay cierta hipocresía en su enfoque sobre las relaciones de Estados Unidos con América Latina".
No, Mister Obama, el problema es que Estados Unidos no ha cambiando ni una coma en su relación con América Latina, y sigue detentando el record mundial de la hipocresía.
El problema sencillo es que contra los golpistas hondureños, Estados Unidos no gasta ni un gramo de los descomunales esfuerzos diplomáticos, mediaticos y financieros, que diariamenente utiliza contra Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Cuba.
Tampoco apoya -en lo diplómatico o mediatico- a los que resisten al golpe, como acostumbra hacer con muchas "ong" que -disfrazadas de "luchadores por la libertad"- desastibilizan los gobiernos latinoamericanos integrazionistas.
El problema es que la Casa Blanca está conforme con el hecho que Zelaya esté fuera de Honduras, y apoyará a los Gorilettis hasta noviembre, confiando que sepan organizar un fraude potable y que el mundo se vaya olvidando del TeguciGolpe. Obama se equivoca.
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