Copia del Pacto Secreto entre Colombia y Estados Unidos

Este es el documento que dio a conocer Colombia en UNASUR en el que se muestran claramente los acuerdos a que llegaron con los EU. Se espera que esta muestra de transparencia se extienda a los demas paises de America Latina

El Eterno Retorno

Brujito
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En 1909, Colombia mantenía una relación distanciada de los Estados Unidos, debido a la escisión de Panamá, que el país del norte había provocado. La emancipación de Panamá es atribuida habitualmente al presidente José Manuel Marroquín.

Marroquín quien quería dejar la presidencia a su hijo, Lorenzo, había propiciado la intervención en la Zona del Canal, de la potencia estadounidense, puesto que en ese tiempo los liberales, que eran los insurgentes, se habían apoderado de casi todo el istmo panameño, en el conflicto que se denominó la Guerra de los mil días (que en realidad duró más de cuatro años).

Al llegar los barcos de guerra norteamericanos, negociaron tanto con los liberales insurgentes como con los conservadores en el poder, el cese de las hostilidades, en parte para mantener un ambiente de tranquilidad mientras se llegaba a un acuerdo en el alquiler por cien años de la zona del Canal con Colombia, pacto que a la postre no fue posible, y que se manifestó en el rechazo del tratado Herrán-Hay.
Sin embargo Marroquín no contaba con el beneplácito del presidente gringo, Teodoro Roosevelt, y en vez de hacer que su hijo lo sucediera, colocó al general Rafael Reyes.

Rafael Reyes, conocido como el “yanqui criollo”, era un correveidile entre el congreso de Colombia y los oficiales estadounidenses, y dejó plantada una legión de voluntarios a su mando en una población llamada San Nicolás de Titumate, mientras los Estados Unidos se tomaba con la colaboración de panameños pro-yanquis lo que ahora es Panamá.
Para el efecto EU bloqueó todas las rutas de los trenes en el Istmo y envió varias fragatas de guerra, lo que a la final dio al traste con cualquier batalla en respuesta a la invasión que tanto el pueblo panameño como el Colombiano, estaban dispuestos a dar.

Volviendo a 1909, el general Rafael Reyes, ya presidente, y que modificó la constitución para serlo por diez años, en vez de cuatro que era la costumbre, trató de pasar un tratado con Estados Unidos, firmado el 5 de enero de 1909, Tratado Cortés-Rooth, entre Enrique Cortés, ministro plenipotenciario de Colombia, y Elijah Rooth, Secretario de Estado de los Estados Unidos, a espaldas del país, que a cambio de una suma exigua por parte de los EU, le permitía el tránsito libre por todos los puertos colombianos además de que oficialmente reconocía la independencia de Panamá.

Esto dio lugar a la indignación del pueblo que en el marzo aciago de ese año se sublevó en las principales ciudades del país. Fueron días continuos de protestas, en los que corrieron ríos de sangre.
A raíz de estos sucesos, no obstante Reyes haber apagado las revueltas, se vio obligado a renunciar y al exilio por más de diez años.
Los que lo continuaron, sin embargo negociarían con Estados Unidos un tratado similar, y todo volvería a la calma chicha que ahora nos adormece. El eterno retorno del que hablaba Federico Nietzche no parece ser una hipótesis tan descabellada, después de todo.
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