Libia entregó las cinco unidades de misiles Scud-C con un alcance de 800 kilómetros y los cientos de Scud-B
En la quinta parte de su reflexión sobre “El papel genocida de la OTAN” recuerda algo que ya observó en su análisis del pasado mes de marzo: Gadafi entregó las baterías de misiles a los enemigos imperialistas con la vana intención de obtener la no agresión militar y la supervivencia de Libia como país independiente. Gadafi se sentía desprotegido tras la caída
de la URSS y probablemente intimidado por la brutal agresión imperialista contra el principal país árabe independiente, Irak. Así lo dice Fidel “Antes de finalizar el 2003, Bush y Tony Blair informaron de un acuerdo con Libia, país que había entregado a expertos de inteligencia del Reino Unido y Washington documentación de los programas no convencionales de armas, así como misiles balísticos con un alcance superior a 300 kilómetros. […] Era el fruto de muchos meses de conversaciones entre Trípoli y Washington, como reveló el propio Bush.
“Gaddafi cumplió sus promesas de desarme. En pocos meses Libia entregó las cinco unidades de misiles Scud-C con un alcance de 800 kilómetros y los cientos de Scud-B, cuyo alcance sobrepasaba los 300 kilómetros en misiles defensivos de corto alcance” (http://www.cubadebate.cu/reflexiones-fidel/2011/11/01/el-papel-genocida-de-la-otan-quinta-parte/ )
La conclusión lógica que se puede desprender de esta situación es inequívoca: si un país del Tercer Mundo o de Europa quiere defender su soberanía, unidad nacional e independencia frente a los intentos de la OTAN o de sus aliados de convertirlo nuevamente en protectorado o en colonia, asesinar a su población civil, imponer autoridades pelele y saquear sus recursos naturales nunca debe hacer concesiones que comprometan su capacidad de autodefensa. Es evidente que los estrategas de Argelia, Siria, Irán, países del ALBA, Rusia, Bielorrusia, China, Corea del Norte, Zimbabwe, Namibia, Angola, Eritrea y todos los demás toman buena nota de esta circunstancia.
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